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Los presuntos criminales detenidos en la madrugada del jueves pasado son sindicados de un intento de asalto, durante el cual hirieron a un guardia de seguridad y se enfrentaron a tiros con efectivos policiales. En esa ocasión también balearon a un agente del orden, hasta que finalmente fueron reducidos y detenidos.
Los procesados son Alcides Galeano Vera (25), Carlos Alberto Ortega Quiñónez (25) y Aldo Andrés Domínguez Ríos (34).
La imputación es por homicidio doloso en grado de tentativa, lesión grave, robo agravado en grado de tentativa y producción de riesgos comunes. Los sindicados, quienes registran antecedentes penales, se encuentran recluidos en la Dirección de Policía de Alto Paraná a disposición de la justicia.
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Los hechos ocurrieron en la madrugada de ayer, alrededor de las 02:40, en el local de la empresa Concretard SA, ubicado en el barrio Caacupemí del municipio hernandariense, ocasión en que los sospechosos ingresaron al predio tras trepar la muralla.
Los malhechores tenían pasamontañas y guantes, además portaban armas largas y cortas. Vestían uniformes similares a los utilizados por agentes de Investigación de Delitos de la Policía Nacional.
Los guardias del local notaron la presencia de los supuestos criminales en el lugar mediante imágenes del circuito cerrado y alertaron inmediatamente a los agentes policiales. Sin embargo, los intrusos comenzaron a disparar contra los responsables de seguridad, baleando a Severiano Aguilera en el pie izquierdo, mientras que otro guardia, Dionicio Ortiz Brítez, fue brutalmente golpeado con la culata de un arma de fuego, sufriendo lesiones.
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Seguidamente, llegaron al lugar los agentes policiales de la Comisaría 27 del barrio San Francisco, personal de prevención y seguridad de diferentes reparticiones policiales y del Grupo Especial de Operaciones (GEO). Se originó una balacera, oportunidad en que el suboficial segundo Guido Marciano Portillo sufrió una herida de refilón en el brazo derecho.
Los presuntos asaltantes, al verse acorralados, salieron corriendo hacia una zona boscosa, hasta que finalmente fueron privados de libertad por los miembros de la fuerza pública.
Del poder de los detenidos se incautaron varias evidencias, como un subfusil con su cargador, una pistola 9mm, un revólver calibre 22mm, tres pasamontañas, varios cartuchos de diferentes calibres, tres remeras con log. Además, un inhibidor de señales, porciones de sustancias estupefacientes (cocaína, crack y marihuana), croquis con la descripción del local comercial, corta candados, entre otros objetos.
La fiscal Natalia Montanía, a cargo de la investigación, imputó a los sospechosos y requirió la prisión preventiva de todos, considerando la gravedad de los hechos presuntamente cometidos y por peligro de fuga existente.