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El ingeniero Rubén Sanabria, miembro de la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP), explicó que el ambiente frío beneficia a los cultivos de invierno como el trigo y la avena que experimentan un mejor desarrollo en su etapa inicial con bajas temperaturas. No obstante, las plantaciones tempraneras que se encuentran actualmente en la fase floración y cargado de granos están expuestas a riesgos si persisten el frío.
En Alto Paraná unas 160.000 hectáreas están cubiertas con cultivos de trigo y otras 100.000 hectáreas están con plantaciones de avena.
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Sanabria sostuvo que el trigo es un rubro de renta, ya que es la materia prima para los molinos locales para la producción de harina y producto de exportación especialmente para las industrias del estado de Paraná de Brasil.
Mientras que la avena se comercializa tanto para la alimentación animal como humana. “La avena se vende para ración animal y también se utiliza en la industria alimentaria y dietética”, comentó.
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A la par del frente frío, en Alto Paraná se registraron significativas lluvias el domingo pasado y que contribuyen para humedecer los campos de cultivos. “No hay granizo ni viento, pero el frío reciente ha sido un factor importante. Este ayuda a matar insectos y equilibrar el ambiente en el campo, reduciendo la incidencia de plagas”, agregó.
Aunque, la humedad ahora complica los cultivos remanentes del maíz zafriña, cuyo 60% de la producción ya fue cosechado. Pero para la cosecha del restante se necesita un ambiente seco.