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Isidro Bogado Ozuna (21), encargado de la minería digital, contó que se encontraba en una habitación dentro del tinglado cuando llegaron los delincuentes en un camión y un automóvil Toyota Premio, color gris.
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Acto seguido, apuntándole con armas de fuego, le aseguraron que no le harían daño, ya que solo se llevarían las máquinas.
Una vez consumado el robo, los desconocidos abandonaron el lugar, mientras que el joven, asustado, corrió hasta una zona boscosa y, aproximadamente una hora después, llamó a los agentes de la Comisaría 8ª.
No denunció
Al llegar los policías, el joven se negó a proporcionar la identidad de los dueños de las máquinas robadas y no realizó su denuncia formal.
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Los intervinientes mencionaron que el tinglado estaba a unos 8.000 metros de la zona urbana, en medio de un pastizal y al costado de un bosque, por lo que se sospecha que operaba de manera ilegal, sustrayendo energía de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE).