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Los familiares, entre ellos los hijos que quedaron huérfanos de padre, participaron de un emotivo homenaje póstumo en el monolito que se erigió en del cuartel del Grupo Especial de Operaciones (GEO) en la Dirección de Policía de Alto Paraná
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El comandante Carlos Humberto Benítez dijo que recuerda a todos los héroes, y en particular al comisario Erven Lovera, con quien tenía una gran relación de amistad y trabajo.
“Esta ceremonia no es simplemente una cuestión protocolar, sino que queremos rendir homenaje y expresar nuestro más profundo respeto y admiración a nuestros héroes policiales, que son héroes verdaderos, que no son héroes de papel o de algo cinematográfico. Ellos dejaron un legado para las generaciones venideras”, señaló Benítez.
Por su parte, el suboficial Nelson Zaracho, con lágrimas en los ojos, expresó que el Grupo Especial de Operaciones (GEO) es una gran familia y que esta fecha sigue siendo muy triste para él, al ver a los hijos de sus camaradas llorar por la ausencia de sus padres.
Zaracho recordó que durante ese enfrentamiento recibió un disparo en la boca, y que le tomó más de un año de recuperación para poder volver a la actividad policial.
El trágico día
La masacre ocurrió el 15 de junio de 2012 durante un desalojo en Campos Morombí, Curuguaty, departamento de Canindeyú, y dejó como saldo de 17 muertos (11 campesinos y seis policías).
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En esa ocasión perdieron la vida por parte de la Policía Nacional el comisario Erven Lovera, Osvaldo Sánchez Díaz, Juan Gabriel Godoy, Derlis Ramón Benítez y Jorge Rojas.