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Según los investigadores, la mujer habría prestado el pasado lunes su automóvil de la marca Toyota Premio, con chapa CEP 323, a entre cinco y siete delincuentes que consumaron el asalto esa madrugada en el Mercado de Abasto.
Los delincuentes redujeron a dos guardias de seguridad para ingresar al establecimiento comercial y alzarse con aproximadamente G. 40 millones que estaban guardados en una bolsa de polietileno negra en el mueble de la oficina administrativa del segundo piso.
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El dinero era producto de la recaudación del domingo, ya que lo recaudado durante la semana fue trasladado el sábado en un vehículo blindado. También se alzaron una escopeta calibre 12 mm, de la marca Maverick; un revólver calibre 38 mm, de la marca Taurus, y dos teléfonos celulares.
Una vez consumado el robo, los desconocidos huyeron en el mismo vehículo en que habían llegado al lugar, cuyas imágenes quedaron registradas en las cámaras de seguridad del local comercial. Tras la denuncia, agentes del Departamento de Investigación de Delitos de la Policía Nacional iniciaron la pesquisa correspondiente y pudieron determinar que el rodado en cuestión fue adquirido el 5 de abril de 2024 por la hoy imputada Carmen Cecilia Riveros de Gustavo Javier Benítez Borda, según un contrato privado celebrado ante la escribana pública de Ruth Natalia Fleitas.
Quiso retirar su vehículo y quedó detenida
El automóvil fue abandonado en la vía pública ese mismo día, a las 18:00, en una calle empedrada del barrio San Francisco de Presidente Franco. Posteriormente, Carmen Cecilia Riveros se presentó en la Fiscalía con la intención de retirar el rodado y quedó detenida.
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Ante esto, la fiscala Cinthia Leiva decidió imputarla en calidad de cómplice en el robo agravado y requirió al Juzgado Penal de Garantías su prisión preventiva.