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Durante la presentación de una revista especializada en el área de educación, los miembros de organizaciones dedicadas al sector educativo advirtieron que el Fonacide terminaría en 2030 e instaron a buscar nuevos recursos para financiar la educación pública.
Irene Hermosilla, directora del proyecto ParaguaYOite, recalcó que, según la previsión del Ministerio de Minas y Energía, en 2030 Paraguay consumirá toda la energía producida en las represas de Itaipú y Yacyretá como consecuencia de su crecimiento demográfico e industrial.
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En este contexto energético, para 2030 Paraguay ya no recibiría fondos por cesión de energía a Brasil y Argentina. Precisamente parte de estos recursos son los que fondea el Fonacide.
Hermosilla recordó que en 2022 el Tesoro Nacional recibió 183 millones de dólares por cesión de energía, muy por debajo de los casi 360 millones de dólares que recibía en los años recientes del Fonacide, creado hace 11 años.
Los Gobiernos municipales y departamentales reciben el 25% del Fonacide (el dinero proveniente por la cesión de energía) para invertir en infraestructura edilicia de las escuelas públicas y para la alimentación escolar.
Déficit en educación
Hermosilla enfatizó que ni con el Fonacide se pudo mejorar significativamente la infraestructura edilicia de las escuelas públicas y mencionó que el déficit en esta área asciende a 410 millones de dólares.
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“De dónde va a quitar recursos el nuevo Gobierno para el sector educativo, considerando que el Fonacide no alcanza, considerando que el Fonacide se va a terminar y siguen existiendo muchísimas carencias en la educación pública. Estamos hablando solo de infraestructura, no hay rubros para docentes, para psicólogos”, cuestionó Hermosilla.
La activista comentó que en una investigación del Banco Mundial se concluyó que Paraguay depende demasiado de las compensaciones provenientes de Itaipú y Yacyretá y que esa situación es peligrosa porque no está buscando otras fuentes de ingreso.
Para Hermosilla, la reestructuración de la administración pública no será suficiente para obtener recursos para la educación y sugiere un diálogo multisectorial para buscar fondos para el sistema educativo.
“El Banco Mundial y el FMI recomiendan hacer una revisión de las políticas tributarias, para avanzar hacia una recaudación propia de recursos y no depender tanto de entidades binacionales”, expuso Hermosilla al mencionar que Paraguay tiene una presión tributaria cercana al 12%, por debajo del promedio de América Latina.