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Al finalizar su participación en la Cumbre del Mercosur, evento que se realizó en zona de la triple frontera, Mario Abdo Benítez se trasladó a Presidente Franco para visitar la construcción del puente de la Integración, en el marco de lo que sería prácticamente uno de sus últimos recorridos por la región como mandatario.
Primero se dijo que estaría acompañado por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, pero posteriormente se descartó esa posibilidad. Entonces, se mencionó que “Marito” haría la vista junto a Santiago Peña, quien debe asumir el cargo presidencial el próximo 15 de agosto, pero tampoco estuvo presente.
A la llegada de Abdo Benítez se desarrolló un breve acto de “conclusión de obras”, ocasión en que el ingeniero Fernando Barúa, uno de los encargados del proyecto por parte de la Itaipú Binacional, lado paraguayo, explicó que el puente de la Integración representa a la ingeniería de vanguardia y que ha servido de experiencia para la ejecución de otras obras.
Detalló que esta nueva conexión vial fronteriza, una construcción a la que calificó de impactante, tiene 760 metros de longitud, 19,20 metros de ancho y 180 metros de altura (torre de atirantamiento) y 470 metros de luz libre. Además posee una calzada y un carril por sentido, banquina de ambos lados y veredas peatonales. Se han utilizado 37.000 metros cúbicos de hormigón y seis toneladas de acero.
El proyecto representa para la entidad binacional una inversión de US$ 84 millones y se concreta luego de 58 años de la inauguración del puente de la Amistad. La ejecución estuvo a cargo del “Consorcio Ponte Foz”, integrado por las empresas brasileñas Construbase, Paulitec y Cidade.
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“Esta obra duró tres años de mucho esfuerzo, donde pasamos una crisis sanitaria, económica, la suba de precios del combustible, (pese a estos) hemos logrado mantener la ejecución de trabajos a ritmos acelerados, a modo de cumplir con lo que nos citaba el gobierno que era concluir en tiempo y forma”, dijo Barúa.
Agregó que no se trata de una obra común, sino de una de gran envergadura y por sobre todo de mucho impacto social. “Esta obra no solo es de integración, también representa la reconversión económica de la zona, habrá un boom importantísimo en Presidente Franco, que va a beneficiar al Alto Paraná y a Paraguay”, concluyó.
Al término del acto, el presidente Abdo Benítez, quien estuvo acompañado por el canciller nacional Julio Arriola, representantes de la Itaipú y autoridades locales, se dirigieron hasta la línea divisoria de la frontera, ubicada en el medio del puente, para luego finalizar el recorrido. El jefe de Estado no dio declaraciones a la prensa.
Pese a la visita del presidente Abdo, aun no hay fecha de inauguración ya que las obras complementarias se encuentran retrasadas en Paraguay y de acuerdo a los reportes en el lado brasileño presenta una condición similar.
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Anhelado proyecto
Las tratativas entre los gobiernos de Paraguay y Brasil para su construcción habían iniciado en 1992; finalmente, el 21 de diciembre de 2018, el presidente Mario Abdo y su homónimo brasileño de entonces, Michel Temer, firmaron el acuerdo para impulsar la obra, y el 10 de mayo de 2019 se materializó el emprendimiento con la colocación de la piedra fundamental.
Tres meses después de este acto oficial arrancaron los primeros movimientos de suelo, apertura de caminos y terraplenado, marcando de esta forma el inicio de la obra en ambos extremos del puente, Presidente Franco (lado paraguayo) y Foz de Yguazú (lado brasileño), respectivamente.
Con la colocación de la última dovela mixta (metal y hormigón), ambos lados del puente de la Integración se unieron por primera vez el 17 de agosto de 2022. Actualmente, en la zona de obras se realizan labores finales que tienen que ver con los detalles de terminación, conforme a las normas y especificaciones técnicas exigidas.