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La Catedral San Blas de Ciudad del Este recibió a sacerdotes de distintas parroquias del Alto Paraná, así como también a religiosas, seminaristas y feligreses para la celebración de la misa crismal. “El Señor dijo a los apóstoles en la Última Cena, hagan esto en memoria mía”, comenzó diciendo monseñor Guillermo Steckling al referirse que los sacerdotes cumplen la función de este mandato.
En su homilía el obispo habló de los tipos de sacerdocio que se ejerce, el sacerdocio ministerial (los ordenados) y el sacerdocio común (los bautizados). “Qué lindo sería lograr en este año del laicado el objetivo de que todos los bautizados se sientan intermediarios entre este mundo bastante pagano y Dios, que sean como los representantes ante Dios de esta parte de la humanidad”, dijo.
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Agregó que el sacerdocio ministerial está al servicio del sacerdocio común en orden al desarrollo de la gracia bautismal de todos los cristianos. “Esta es la mejor pastoral de las vocaciones, que animemos a los que sienten la vocación de cristianos, déjense bautizar o renueven su bautismo; y a los que se bautizan y sienten algo de la vocación al sacerdocio ministerial mostrarles la belleza de esta vocación”, resaltó.
Durante la ceremonia se procedió a la bendición de los óleos sagrados que los sacerdotes van a administrar, la consagración del santo crisma y la renovación de promesas sacerdotales por parte de los principales participantes.