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La agresión sexual ocurrió supuestamente en la noche del 18 de febrero pasado, en el interior de un inmueble ubicado en Presidente Franco. Aquella vez, la víctima -con autorización de sus padres- fue a pasar la noche en la casa del abuelo. Esto a pesar de que se trata de una persona condenada por abusar de una niña de seis años.
Este aprovechó la ocasión, presumiblemente emborrachó al menor al darle de tomar caña para luego cometer el abuso, según el escrito de imputación.
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Al día siguiente, el sindicado llevó nuevamente al niño a la casa de sus padres. Pero antes le aplicó una bofetada y le amenazó para que no cuente lo sucedido, advirtiéndole que de hacerlo, él iría nuevamente a la cárcel y ya no le compraría para sus cosas.
El menor tuvo un comportamiento extraño con sus padres, por lo que fue indagado por sus progenitores y al final terminó confesando el abuso sufrido. Mientras, el presunto autor se mantuvo oculto, hasta que fue aprehendido y golpeado por algunos vecinos, siendo posteriormente entregado a agentes policiales de la zona.
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Tras la intervención del Ministerio Público, la fiscala Liliana Duarte dispuso que la víctima sea inspeccionada por un médico forense, quien confirmó el abuso sexual. De igual forma, el chico fue evaluado por una profesional psicóloga del Centro de Atención a Víctimas, oportunidad en que el mismo relató crudamente la manera violenta en que fue sometido.
Asimismo, confirmó que no fue la primera vez que habría sido abusado por el presunto pedófilo, quien es su abuelo materno. Al considerar cada uno de los elementos de sospecha, la representación pública dispuso la imputación del sospechoso y solicitó al Juzgado que decrete la medida cautelar de prisión preventiva.