Cargando...
Como cada 3 de febrero, los fieles se congregaron en la Catedral para celebrar la festividad de San Blas, patrono de Ciudad del Este. Desde el 24 de enero, día de inicio del novenario, se desarrolló una serie de actividades religiosas como el rezo del Ángelus, rezo diario del rosario, misas con obispos del Paraguay, entre otros.
En la tarde de este viernes, la comunidad católica partió de la explanada de la iglesia con la imagen del santo para la tradicional procesión por las principales avenidas de la zona céntrica. A su regreso, se ofició la misa central de esta jornada que estuvo presidida por el monseñor Guillermo Steckling, obispo de la Diócesis de Ciudad del Este.
Durante la celebración, el religioso destacó que a lo largo del novenario se reflexionó sobre varios temas como el encuentro con Jesucristo, la familia, el rol de la mujer en la iglesia, el protagonismo de los jóvenes, la identidad de los laicos, entre otros, que estuvieron a cargo de obispos de distintos puntos del país.
Lea más: Cardenal pidió perdón por abuso a niños y dijo que de la corrupción nadie se salva
“Se pudo observar que este temario fue bien equilibrado porque se habló por una parte de la participación de los bautizados en la vida interna de la iglesia, como lo experimentamos por ejemplo en la liturgia; y por otra parte se refirió a la misión del cristiano en el mundo”, dijo.
Agregó que San Blas es un mártir, un testigo de sangre y recordó que sabe curar los males de la garganta. “Siempre le pedimos por la bendición de la garganta, hay enfermedades de la garganta que son físicas, que debemos ir a un doctor y si no nos puede curar pedimos un milagro a San Blas”.
Sin embargo, mencionó que hablar mal de prójimo, referir solo lo negativo, lo que nos deprime o callar en el momento en que un inocente necesita de la defensa también corresponden a enfermedades de la garganta, aunque de otro tipo. “Pedimos a San Blas que cure a toda persona del mal comenzando por nuestra garganta”, expresó en su homilía.