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En los últimos días la queja de los vecinos del barrio Boquerón de Ciudad del Este es por el olor nauseabundo que expide los desechos vertidos desde la Penitenciaría Regional. Ante el insoportable ambiente recurrieron a Bomberos Voluntarios para la limpieza de las calles.
Los pozos ciegos del penal están colapsados por lo que la aguas servidas se expanden desde el predio hasta las calles, llenando el vecindario de un olor insoportable, sobre todo en los días de mucho calor, denunciaron los lugareños.
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El gobernador del Alto Paraná, Roberto González Vaesken (colorado cartista) se pronunció al respecto y aseguró que el penal es una bomba de tiempo. Igualmente, una vez más hizo el pedido de traslado del penal al nuevo local ubicado en Minga Guazú.
“Urge el traslado del penal de Ciudad del Este. A la superpoblación, la inseguridad, las fugas y hechos violentos, se suman en estos días las aguas servidas que vienen del reclusorio, vertidas alrededor y que van a parar al Lago de la República”, expresó.
Ya solicitamos en reiteradas ocasiones al Gobierno Nacional el traslado del penal, el cual se encuentra en una zona comercial, educativa y residencial de la capital del Alto Paraná, añadió a través de redes sociales.
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El penal de Ciudad del Este es una de las más pobladas del país . Tiene capacidad máxima para 400 personas privadas de su libertad, pero alberga a casi el triple de esa cantidad.
El nuevo centro penitenciario fue construido en Minga Guazú y la obra a cargo del Consorcio AGB está prácticamente concluida, pero aún no tiene sistema de suministro de agua. La construcción costó más de G. 80.000 millones.