La comunidad de Minga Guazú vivió con fervor la festividad mariana de la Virgen de Caacupé en la capilla Tupasy Ykua, que cada 8 de diciembre congrega a fieles católicos. En su mayoría, las personas llegan atraidas por el agua de un manantial que se encuentra al costado de la capilla y que de acuerdo a los testimonios es muy milagrosa.

En el lugar se construyó un oratorio, con la imagen de la Virgen de Caacupé, donde los devotos se acercan a rezar y a prender velas, para luego surtirse del agua.

Susana Sosa, coordinadora pastoral, explicó que dos meses antes de la fiesta religiosa empiezan a intensificar los trabajos de la organización, a fin de recibir a los visitantes que llegan de varios puntos del Alto Paraná.

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Comentó que este año tuvieron el novenario con misas diarias, rezo de rosario y jornadas de alabanzas, además de la gran serenata en la noche anterior al día de la inmaculada concepción. Todas las actividades se promueven a pulmón y con esfuerzo de los pobladores de la zona, quienes no dejan pasar la festividad de Caacupé.

La coordinadora contó que hace aproximadamente 20 años los feligreses tienen la tradición de visitar la capilla en estos días, en su mayoría promeseros, mientras que otros sencillamente se acercan a agradecer por las bendiciones que recibieron a lo largo del año.