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Las últimas precipitaciones en los campos de cultivo de Alto Paraná generan buena expectativa para los agricultores para el desarrollo de las plantaciones de la temporada de verano. Sin embargo, las lluvias traen consigo un frente frío que preocupa a los trabajadores del campo.
Según reportes de la Dirección de Meteorología e Hidrología, entre ayer domingo y este lunes se acumularon un significativo volumen de precipitaciones en sectores de producción agrícola de Alto Paraná.
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En Hernandarias la caída de lluvias alcanzó 80,6 milímetros en dos días, en Minga Guazú 75,7 y en San Alberto 72 milímetros. Mientras que el informe indica el descenso paulatino de temperatura: para este miércoles la mínima fue de 9 ℃, para mañana martes marca 8 ℃ y para este miércoles se espera 6 ℃ en Ciudad del Este.
“Los cultivos mecanizados, donde hay sistema de plantío directo y con curva de nivel, prácticamente no tuvo efectos negativos con la voluminosa lluvia en algunos lugares”, explicó el ingeniero Rubén Sanabria, representante de la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP).
En la madrugada de este lunes se registró una tormenta en Alto Paraná, aunque no estaba compuesta por ráfagas de viento fuerte que eventualmente podría perjudicar los cultivos. Actualmente el rubro predominante es la soja, cuya plantación alcanza el 90% de las 850.000 hectáreas previstas en el décimo departamento.
Temor a frente frío
“Lo que nos preocupa es la entrada del frente frío. Eso sí puede afectar el desarrollo normal de los cultivos. La soja, el maíz, el poroto son cultivos de verano que necesitan una temperatura entre 22 y 35 ℃ y buena humedad del ambiente”, comentó el representante de la CAP.
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Según la explicación expuesta por el ingeniero Sanabria, la soja se encuentra en la fase vegetativa, período en que la planta gana hojas, follaje, altura y ramificación. Las temperaturas bajas podrían paralizar el desarrollo vegetativo de las plantas.
“Estos cultivos van de 120 a 130 días (tiempo entre siembra y cosecha). Entonces al parar cuatro, siete días, prácticamente paraliza su desarrollo vegetativo. No muere la planta, pero para de crecer”, detalló Sanabria.