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Una tarde de terror fue la que vivió una familia en su propiedad, situada en el distrito de Itakyry, al norte del departamento del Alto Paraná. Aproximadamente a las 13:30 de este sábado una turba de unos 50 hombres, muchos de ellos encapuchados, irrumpieron en el terreno y atacaron a sus ocupantes con mucha violencia. Portaban armas blancas como cuchillos, machetes, foizas, además de palos de madera y varillas de hierro.
Los afectados aseguran que el grupo estaba integrado por miembros la comunidad indígena Ka’a Poty, quienes reclaman esas tierras como suyas y por cual ya existe un conflicto que seguidillas de desalojos de larga data.
Según la denuncia, los atacantes agredieron físicamente al propietario Pedro Torras y su hermano Carlos Torras, personas mayores de 60 años. En el lugar también se encontraba el capataz, su familia y otro trabajador.
Ingresaron al interior de la vivienda principal y destruyeron todo lo que hallaban a su paso, como enseres y electrodomésticos; también rompieron puertas y ventanas. Lo mismo hicieron en la parte exterior donde mataron animales como gallinas y chanchos; tampoco las plantas se salvaron.
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También destruyeron herramientas de uso agrícola; quemaron un tractor dejándolo prácticamente inservible y una sembradora nueva que aún no se le había dado uso. Asimismo prendieron fuego a las plantaciones de caña de azúcar, en una extensión de media hectárea y se tuvo que pedir auxilio a los bomberos para frenar el avance de las llamas.
Los sujetos despojaron a las víctimas de sus aparatos celulares para dejarlos incomunicados y les profirieron amenazas, exigiéndoles que abandonen la propiedad o que en todo caso regresarían e incendiarían todo, tanto la casa como sus pertenencias.
Cuando aún se encontraban en el lugar, fueron llegando algunos familiares a bordo de un automóvil que también fue atacado. La policía se hizo presente con una patrullera y cinco agentes que se vieron totalmente avasallados.
Durante el incidente también apareció el conocido instigador Rafael Esquivel, alias “Mbururu”, quien difundió parte del suceso en sus redes sociales a través de un video. Como supuesto cabecilla de la turba los afectados identificaron a un tal Diego Goncalves.
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Las víctimas manifestaron que tras una hora de permanecer en el lugar, los atacantes se retiraron por voluntad propia y no por la intervención policial. Por un tiempo, estuvieron en los alrededores, supuestamente impidiendo el paso de vecinos y otras personas que intentaban llegar para saber qué fue lo que había ocurrido.
Los afectados indicaron que este incidente no fue con la intención de invadir, sino que se trató de un ataque con saña, ya que nunca habían ingresado a la vivienda. En las ocasiones anteriores los nativos se instalaban en las cercanías y montaban carpas, lo que no ocurrió en esta ocasión.