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Ayer prosiguió en la Cámara de Diputados el desarrollo de los puntos del libelo acusatorio contra la fiscala general del Estado por una serie de cuestionamientos como el mal desempeño en sus funciones y el blindaje al expresidente de la República Horacio Cartes. Se trató del tercer intento de destitución por medio de un juicio político, que terminó por enviarse al archivo con la ayuda de diputados liberales, dos de ellos del décimo departamento.
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Un total de ocho parlamentarios ocupan sus respectivas bancas en representación del Alto Paraná en la Cámara Baja, de los cuales cuatro son colorados: Blanca Vargas, Rocío Abed de Zacarías, Justo Zacarías y Ulises Quintana, quienes responden a la bancada de Honor Colorado y, por lo tanto, el direccionamiento de sus votos estaba más que claro: contra al juicio político.
Luego están los liberales, que suman tres: Manuel Trinidad Colmán, Roya Torres y Carlos Noguera Cano, además del independiente Jorge Brítez. Todos participaron de la sesión.
Al notar la intención de la bancada cartista de poner fin al debate y llevar a votación el proyecto de enjuiciamiento, los opositores decidieron retirarse con el propósito de dejar sin quórum la sesión y evitar que la propuesta vaya al archivo.
Un grupo importante de liberales permaneció en la sala siguiendo el juego de los cartistas con el argumento solapado de que, según el “mandato del Partido Liberal”, hay una obligación de asistir y votar a favor del juicio político. En este grupo se encontraban los diputados Roya Torres (de la ciudad de Presidente Franco) y Carlos Noguera Cano (de Juan León Mallorquín).
Desde un principio se tuvo dudas del voto de ambos altoparanaenses, ya que tienen antecedentes de acompañar al cartismo. En su caso, Torres había salido al paso refiriendo que apoyaría el juicio, pero aclaró que no lo haría en respuesta a la disposición de su partido. En cuanto a sus actuaciones más recientes se puede mencionar su apoyo a HC en contra del protocolo de trazabilidad, que pretende combatir de tráfico de cigarrillos; la misma postura asumió su colega Noguera Cano.
En el tratamiento de la ley de control a tabacaleras, también los dos votaron siguiendo la líneas de cartismo. Y si de los anteriores intentos de juicio político a Quiñónez hablamos podemos mencionar que, en febrero del 2020, Roya Torres se volvió a manifestar como aliada de HC, salvando por primera vez a la fiscala general.
En cuanto a Noguera, en ese entonces él aún no era parlamentario, ya que asumió tras la destitución de Carlos Portillo, por lo que le tocó votar en el segundo intento, mostrándose funcional al cartismo.
Torres es esposa del intendente de Presidente Franco, Roque Godoy, y se prepara para pugnar por su reelección como representante del Alto Paraná en Diputados, mientras que Noguera se maneja con un perfil más bajo en el Congreso, tratando incluso de pasar desapercibido, a pesar de que en su comunidad levanta sospechas su llamativo crecimiento económico.