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La condena de 22 años de cárcel para el abusador fue dictada por el tribunal conformado por Lourdes Morínigo, Evangelina Villalba y Oscar Gabriel Genez. El Ministerio Público estuvo representado por la fiscala Vanesa Candia.
Durante el debate, la representación pública produjo una serie de pruebas documentales y testimoniales, y de esa forma demostró la culpabilidad del acusado, de 49 años. Conforme a los antecedentes, los abusos se produjeron en el año 2020 en un inmueble ubicado en Ciudad del Este, cuando el niño iba de visita a la casa de su padre, quien está separado de la madre.
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La última vez ocurrió en septiembre de 2020, ocasión en que el agresor ató de manos y pies al pequeño para someterlo sexualmente. Después amenazó a la víctima que le cortaría con una máquina de lijar en caso de contar lo sucedido a su mamá.
El pequeño calló lo sucedido por un tiempo, pero cuando le quisieron enviar nuevamente junto a su papá se negó enfáticamente. Al ser cuestionado por su madre, contó que era golpeado y abusado por su padre.
La mujer radicó la denuncia el 6 de octubre de 2020 y la Fiscalía inició el proceso penal. En prosecución de la investigación, el niño fue inspeccionado por la médica forense Ramona García, con lo cual se confirmó lo manifestado por el menor. Además, relató claramente en Cámara Gesell y también ante una profesional psicóloga del Centro de Atención a Víctimas del Ministerio Público los abusos sufridos.