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Las personas privadas de su libertad estaban entre los primeros grupos a ser vacunados contra el COVID-19. Sin embargo, en la Penitenciaría Regional de Ciudad del Este, que tiene una grave superpoblación, la aceptación fue muy baja. Este penal alberga a más de 1.000 personas.
En diciembre pasado se registró un nuevo brote dentro del reclusorio, con decenas de contagiados y un interno fallecido. Este hecho motivó que los propios reos hayan planteado el refuerzo de la vacunación, pues muchos que habían rechazado la vacuna terminaron pidiendo las vacunas.
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El doctor Arturo Portillo, director de la Décima Región Sanitaria, explicó que después de varias visitas para charlas de concienciación, en algunas ocasiones con desencuentros y falta de compresión, una cantidad importante de los privados de su libertad accedieron a las dosis. Señaló que después del foco de infección en diciembre pasado, la predisposición a recibir la vacuna mejoró notablemente.
“Este nuevo contagio habrá calado en la mayoría de los internos. Hoy tenemos una mejor aceptación y logramos aumentar bastante el número de vacunados. Hay un interés generalizado, vamos a seguir insistiendo para que se completen los esquemas”, expresó.
Durante tres jornadas de vacunación masiva, aplicaron 318 biológicos de primera dosis, 95 de segunda dosis y 83 de tercera dosis, tanto a internos como trabajadores penitenciarios. El doctor Portillo destacó la importancia de aumentar el nivel de vacunación, por tratarse de un lugar de mucho hacinamiento. “La vacunación es sumamente necesaria y más todavía con esta variante que es más contagiosa”, añadió el galeno.
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Salud en el penal
Debido a la gran superpoblación de este penal, muchas enfermedades se propagan considerablemente. Entre las principales afecciones que los aquejan están la tuberculosis y las enfermedades de transmisión sexual. Los afectados son incluidos en los programas de tratamiento gratuito con medicamento incluido de parte de la Décima Región Sanitaria.
El principal problema es concienciar a los internos sobre la importancia de cumplir estrictamente sus tratamientos, a fin de recuperarse de las afecciones o mantener una buena calidad de vida si se trata de enfermedades crónicas.