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La planta había sido inaugurada en el 2012, durante la administración del colorado Nelson Aguinagalde, luego de cuatro años de construcción y puesta en funcionamiento. Fue presentada como una fábrica modelo con capacidad de procesar 100 toneladas de caña de azúcar por día y era una promesa de desarrollo para los pobladores de la zona.
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Sin embargo, la fábrica solo operó a medias y por algunos meses. Desde hace varios años permanece totalmente abandonada, incluso se habrían robado algunas piezas. Actualmente es una fábrica fantasma, los yuyos se apoderaron del lugar que da muestra del estado de dejadez del establecimiento.
La planta tuvo varios inconvenientes desde el inicio, pues el inmueble que se había destinado para la construcción no tenía la documentación en regla y la Municipalidad de Itakyry tuvo que adquirir una finca de seis hectáreas.
Al terminar la obra, la Gobernación transfirió la misma al municipio, que a su vez, entregó la fábrica a la empresa Phoenix para su administración, para luego dársela a una cooperativa de productores, cosa que nunca se concretó.
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Su instalación generó mucha expectativa a los pobladores de la zona, pues unas 130 familias se involucraron en el proyecto con la esperanza de proveer materia prima que es la caña de azúcar. Comenzaron con los cultivos tanto de caña de azúcar como sorgo, con acompañamiento del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
Finalmente, los labriegos tuvieron que recurrir a otros rubros, ante el cierre de la alcoholera lo que hizo que la cotización de la materia prima caiga en picada. Incluso se había invertido en obras viales en las inmediaciones, sin generar ningún beneficio para una de las zonas más pobres del departamento.
A mediados de este año, una comitiva integrada por el ministro de Agricultura, Moisés Bertoni; el titular del CAH, César Cerini, así como autoridades municipales locales y técnicos especialistas en caña de azúcar e industriales, visitaron la planta con miras a la reactivación. Los mismos evaluaron la situación actual de la alcoholera para elaborar un plan de trabajo a ser ejecutado a nivel interinstitucional a fin de reactivar la fábrica.
Sin embargo, la reactivación implica una millonaria inversión, pues se deberá modernizar, para bajar su costo de operación. Esto considerando que fue construida para su funcionamiento a leña, lo que demanda un costo muy elevado. Además de hacer funcionar la fábrica, el plan deberá contemplar la producción de la materia prima.
Buscan interesados para concesionar
El intendente de Itakyry, Miguel Soria (ANR), explicó que están en busca de empresarios que estén interesados en tomar posesión de la fábrica alcoholera que permanece abandonada. Dijo que el objetivo era darle fuente de trabajo a la gente, pero que lastimosamente no se dio.
“La idea es dar fuente de trabajo a la gente, pero solo funcionó en los primeros tiempos. No estamos contando con alguna empresa privada para hacerlo funcionar. Estamos viendo la posibilidad de reactivarla, la municipalidad está dispuesta a entregarla en concesión para que funcione nuevamente (sic)”, expresó.
Señaló que algunos empresarios ya visitaron la planta, pero que se necesitaría una inversión de unos US$ 250.000 para la puesta en marcha.
“Faltan incluir algunas máquinas para que funcione, tenemos que hacer un estudio a través de la Junta Municipal para conceder, pero creemos que no habrá inconveniente porque nuestro sueño es que esto se ponga en funcionamiento para que los pequeños productores sean beneficiados”, agregó.