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Rosángela Cristina Deckmann de Dalpar (39 años) fue encontrada con seis puñaladas en el pecho y tórax este miércoles en su casa, donde también funciona una despensa. Su cuerpo fue descubierto a las 08:00 por distribuidores de gaseosas, a quienes el hijo de la víctima pidió ayuda.
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El niño contó que anoche durmió con su madre pero que alguien lo llevó a su pieza en horas de la madrugada. Esta mañana se percató que su habitación estaba cerrada con llave, por lo que tuvo escapar por la ventana, y entonces encontró a los repartidores de bebidas a quienes pidió auxilio.
Al percatarse que el blindex de la entrada al comercio fue violentado, los repartidores ingresaron a la vivienda y hallaron el cuerpo sin vida de la mujer.
Lo llamativo es que el blindex fue violentado desde dentro del local, según el informe pericial, lo que sumado al encierro del niño hace suponer a los investigadores que el asesino tenía conocimiento sobre la familia.
No se halló el arma homicida en la escena del crimen.
La investigación está a cargo de la fiscal María del Carmen Meza, quien dijo que no descarta ninguna hipótesis y que se están realizando varias diligencias para confirmar algunas hipótesis o descartarlas.
“Estamos trabajando para confirmar las circunstancias que rodean el crimen, de momento tenemos un abanico de hipótesis de un supuesto hecho de robo con resultado de muerte”, comentó.
Además de las entrevistas con testigos y personas cercanas a la familia de la víctima, los investigadores procedieron a la revisión de las grabaciones de circuito cerrado de cámaras ubicadas en las cercanías del lugar del crimen.
Llevaron dinero y celulares
El marido de la víctima, Osvaldo Querino Dalpar, quien es conductor de tractores, afirmó que se encontraba desde el lunes trabajando en una estancia del distrito Iruña.
No obstante, se incautó su teléfono celular para el análisis pericial.
El hombre señaló que en el ropero él y su esposa tenían guardados G. 13.000.00 y 5.000 reales que desaparecieron. Tampoco se encontraron dos celulares, de la víctima y de su hijo, pero las mercaderías de la despensa no fueron robadas.