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Los trabajos se iniciaron sobre la avenida Camilo Recalde del microcentro esteño y estuvieron a cargo de fiscalizadores de la Dirección de Recaudaciones y agentes de la Policía Municipal de Tránsito. Con esto se busca evitar la obstaculización del tránsito a causa de la colocación de mercaderías más allá de los espacios establecidos.
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Se trata de una medida que implica un proceso de persuasión y diálogo hasta que todos los sectores tomen conciencia sobre la necesidad de que exista orden, armonía y seguridad dentro del intenso atractivo comercial. Los controles se realizarán de forma diaria y aleatoria, en el marco de un reordenamiento de las calles céntricas.
El director de Fiscalización, Carlos Cantero, dijo que no presionarán a los comerciantes para que desocupen sus lugares, sino les pedirán que respeten los espacios que les corresponden. “Los trabajadores ya no utilizan su mesita, salen todo en la vereda, les es imposible a los transeúntes caminar por la vereda”, cuestionó.
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Agregó que el principal desafío de este operativo es evitar la colocación de mercaderías en veredas y calles para la normal circulación de peatones y vehículos.
Expuso que la iniciativa ya había sido socializada con los comerciantes por medio de circulares y advirtió que clausurarán los locales y puestos que procedan nuevamente a la ocupación irregular de los espacios públicos, a pesar de las notificaciones.