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La madre recordó que, en la tarde del sábado 29 de febrero de 2020, su hija Naydelin quería irse con su hermanito a un almacén para comprar golosinas, aunque la pequeña terminó yendo sola a la despensa distante a unos 40 metros de su domicilio. Pero jamás imaginó que sería una partida sin retorno.
Alrededor de las 17:30 de aquella fecha, el joven Martínez Núñez a bordo de un automóvil Toyota Premio, de color gris azulado y sin chapa, alzó a la fuerza a la niña en el vehículo y escapó raudamente del lugar.
González Martínez presintió una sensación extraña y salió a la calle para vigilar a su hija, pero la tragedia familiar ya se había iniciado. Su vecino de nombre Fredy alertó el rapto a la madre, quien no creía el reporte pensando que era una broma hasta que una vecina de avanzada edad le dijo: “tu hija fue llevada por un muchacho de remera roja, llevó a la fuerza, no pude hacer nada, ya tengo edad”.
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Al día siguiente, domingo 1 de marzo de 2020, la mujer recibió la peor noticia de parte de su padre Antonio Ramón González. “Perdóname mi hija, no pude traerte a Naydelin con vida”, había dicho con impotencia el abuelo de la pequeña.
Diosnel Lezcano, capataz de un establecimiento rural ubicado en el Km 26 Monday de Minga Guazú, había descubierto una macabra escena: restos óseos calcinados de una criatura. El estudio de ADN confirmó que era Naydelin.
Según la Fiscalía, el joven Martínez Núñez y su madre Limpia Concepción Núñez Goiburú quemaron viva a Naydelin con fuego creado con leña y aceite de cocina hasta calcinarse.
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“Vos le comprabas cosas a mi hija: juguetes; le comprabas todo… Porqué a mí no mataste Eduardo, por qué a mi bebé, a la persona que te hacía peinadito. Por qué a mí no me llevaste ese día y me entregaste a tu mamá, para que me até, para que me quemé a mí; por qué le hicieron eso a mi bebé”, cuestionaba la madre al mirar al joven Martínez Núñez, quien no se inmutaba con el desgarrador testimonio.
El autor confeso era pareja de Laura Soledad González, tía de la niña asesinada, por lo que compartía en encuentros familiares con la víctima fatal.
El infanticidio tiene un trasfondo sentimental, ya que Martínez Núñez no aceptaba la ruptura sentimental con la tía de la pequeña; además, había amenazado a la familia González tras ser denunciado por violencia familiar por su ex novia.
La madre relató que el autor confeso se burlaba de su pedido de justicia. Rememoró que una vez el joven acusado le colocó un emoji “me divierte” desde su cuenta de Facebook en un posteo donde imploraba justicia.
“Yo intenté quitarme la vida, no aguante que mi única hija (sea asesinada). Tengo un varón de cuatro años y ahora estoy esperando a un varón. Naydelin era la única nena que tenía. Intenté quitarme la vida ahí; mis familiares, mis amigos y mi marido Ricardo me dijeron: vamos a buscar al psicólogo. Hoy en día sigo todavía (con el tratamiento)”, expuso la madre.
Agregó: “Navidad, Año Nuevo no es lo mismo para mí. No está (Naydelin), día de la madre peor, no está mi bebé que me hacía la carta, los dibujitos, los corazones, feliz día mamá, te amo mucho mami. No está”.
La madre también mencionó que su hijo menor quedó traumado con la repentina ausencia de Naydelin. “No habla bien, se quedó con esa dificultad, Dejó de hablar mi bebé, se traumó. Ellos eran inseparables; ‘Nane’, le decía a su hermana. Sin su ‘nane’ no se iba a ninguna parte, dormía con ella, se bañaban juntos, desayunaban juntos, jugaban juntos”.
Este martes igualmente declaró en el juicio Juana Martínez de González, abuela de Naydelin, y afirmó que recibieron amenazas de los dos acusados un día antes del crimen. “No conocés de lo que soy capaz”, habría dicho Núñez Goiburú a la abuela, en el juzgado de Paz de Minga Guazú donde Martínez Núñez tuvo una audiencia a raíz de la denuncia por violencia familiar en su contra.
Críticas al tribunal
Activistas por los derechos de los niños cuestionaron la actuación del Tribunal de Sentencia, compuesto por Evangelina Villalba, Lourdes Morínigo y Óscar Genez, por tomar como “una joda” el juzgamiento del crimen que conmocionó a la sociedad altoparanaense.
“Indignada, indignada. Le pido al tribunal que deje de chatear”, cuestionó la abogada Alice Monges, al tiempo de comentar que se siente decepcionada por las preguntas formuladas por los juzgadores. “Esperamos preguntas con altura”, añadió.
El juez Genez habría embretado a la madre de la víctima fatal, quien en su relato de las circunstancias del crimen repitió la hipótesis fiscal. “Usted dijo: le ataron, le miraron pidiendo auxilio. Usted vio eso o se imagina”, fue la consulta que generó molestia en el público.
Al inicio del juzgamiento, la presidente del Tribunal Evangelina Villalba se había quedado desorientada ante un pedido fiscal de contraexamen de la declaración de la acusada Núñez Goiburú por caer en contradicción. Esa situación evidenció que no estaba atenta al juicio y fue auxiliada por su colega Genez.
El juzgamiento proseguirá este viernes 13 de agosto, con la declaración de otros testigos.
Amenaza
El abogado José Gil López, defensor de la acusada Núñez Goiburú, fue acusado de supuestamente amenazar a la testigo Laura Soledad González, al término del juzgamiento de este martes. Gil López negó el hecho.
“Vas a ligar tu parte”, le habría dicho el abogado defensor para luego empujar a la joven, según la denuncia. El padre de la afectada Antonio González anunció que presentará una queja formal en la Fiscalía y responsabiliza a Gil López de cualquier hecho.