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El profesional considera que no corresponden los hechos punibles atribuidos a su cliente, ya que supuestamente los disparos se habrían producido de manera accidental cuando la patrullera fue embestida por el vehículo que huía del control.
“Lamentablemente se produjo la muerte de una persona, pero en todo momento estamos seguros de que fue accidental, entonces no hubo premeditación, tampoco dolo, no hubo la intencionalidad en el hecho, por lo tanto jamás puede ser considerado homicidio doloso”, esgrimió Ramírez.
En cuanto a la presunta omisión de auxilio, alegó que su cliente se enteró de que hubo un herido recién cuando terminó la persecución. “Ellos estaban en una persecución y no hubo una conmoción de personas en ese momento en el lugar donde se produjo el hecho, por lo tanto, ellos ni se dieron cuenta de lo que pasaba”, respondió.
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El abogado adelantó que durante la audiencia que se llevará a cabo este viernes ante el Juzgado Penal de Garantías pedirá que se le imponga medidas alternativas a la prisión al agente policial, considerando que para él un funcionario público en cumplimiento de su deber “no puede estar imputado por homicidio doloso”.
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Según la investigación, el agente del orden habría realizado disparos con su arma reglamentaria durante una persecución de varios kilómetros, tratando de detener a Noor Mohamad Salam Cardozo (31), conductor de un automóvil BMW que minutos antes atropelló supuestamente una barrera policial. Sin embargo, uno de los proyectiles fue a impactar en la humanidad de Osvaldo Barrios (29), quien se encontraba sentado en la vereda del kilómetro 6,5 frente a “Amortiguadores Paraná”.
El proyectil dio en la cabeza de la víctima, quien inmediatamente fue socorrida y trasladada de urgencia hasta un centro asistencial, donde se constató su fallecimiento. La causa de muerte fue “trauma craneoencefálico grave por herida de arma de fuego”, según el diagnóstico médico.