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Héctor Eduardo Martínez Núñez (25) y su madre Limpia Concepción Núñez Goigurú (50) se sentarán en el banquillos de los acusados para responder cargos por homicidio doloso en calidad de autores. La mujer igualmente está procesada por portación ilegal de armas.
El juzgamiento arrancará desde las 8:00 en la sala N° 2 del Palacio de Justicia de esta capital departamental. El Tribunal de Sentencia del caso está presidido por Evangelina Villalba e integrado por Óscar Genez y Lourdes Morínigo. Mientras que la fiscala es Vanesa Candia.
Caso Naydelin: Piden juicio oral para madre e hijo
Madre e hijo están sindicados por el Ministerio Público como los responsables del crimen que conmocionó a la sociedad altoparanaense a principios del año pasado.
Según la acusación fiscal, en la tarde del 29 de febrero de 2020, la niña Naydelin regresaba de una despensa en dirección a su domicilio ubicado en el barrio Kabure´i de Minga Guazú cuando fue raptada supuestamente por Martínez Núñez. El joven habría alzado a la fuerza a la pequeña en su vehículo Toyota Premio, de color gris azulado y sin chapa, para posteriormente escapar del lugar.
Mediante el informe del cruce de llamadas se descubrió que inmediatamente después del rapto Martínez Núñez se comunicó con su madre presumiblemente para informarle que tenía a la menor.
Acorde a la hipótesis del Ministerio Público, madre e hijo trasladaron a la criatura hasta una zona despoblada del Km 15 Monday, a unos 15.000 metros de la ruta PY02. En el lugar habrían atado del cuello y las piernas a la niña Naydelin y le prendieron fuego. La víctima en ese momento estaba aún con vida.
El resultado de la autopsia indica que la pequeña falleció a raíz de las quemaduras sufridas por la incineración.
Encuentran cuerpo que se teme sea de niña raptada
El trasfondo del hecho es un resentimiento de Martínez Núñez contra la tía de la víctima, quien fuera su novia. El acusado no aceptó la ruptura sentimental y había amenazado a su ex pareja que la haría sufrir.
Tras el crimen, los sospechosos volvieron a su domicilio. La madre había usado productos químicos para hacer desaparecer los rastros que se encontraban en la vestimenta de su hijo; además, de limpiar el asiento del vehículo para borrar cualquier vestigio.
En el allanamiento de la casa de los acusados la Policía incautó una escopeta y dos armas cortas sin la debida documentación. En la vivienda también se encontró artilugios de rituales satánicos.