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El requerimiento conclusivo fue presentado en el Juzgado Penal de Garantías Nº 4, a cargo de la magistrada Alba Meza.
Los antecedentes refieren que el 19 de diciembre de 2019, la acusada vendió un camión, de la marca Mitsubishi Canter, de color blanco, año 2000, con matrícula CDR 281, al señor Richard Pascual Narváez Gauto, por la suma de 17 millones de guaraníes.
El comprador hizo una entrega inicial de 10 millones de guaraníes y el saldo pendiente de 7 millones había cancelado el 30 de diciembre de ese mismo año. Al momento de la firma del contrato, la vendedora había consignado en una de las cláusulas del contrato que no adeudaba por el vehículo.
Pero, el 24 de setiembre de 2020, el camión en cuestión fue secuestrado por orden de la jueza de Paz, Sandra Frantz Rosin, por una deuda de 3 mil dólares americanos.
Aida Molinas, otra vez inmersa en peleas
En ese entonces, se descubrió que Aida Molinas habría declarado falsamente en el contrato sobre la situación del vehículo, que estaba prendado y con prohibición de disponer del mismo. De esa manera, la sindicada hizo caer en el error a la víctima, quien destinó parte de su patrimonio para la compra del camión.