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Durante la sesión ordinaria, convocada este lunes, los concejales esteños aprobaron una ordenanza que reglamenta la circulación de vehículos que ofrecen servicio de transporte en plataformas digitales.
En la ordenanza se exige a los transportistas de aplicaciones contar con un vehículo de hasta ocho años de fabricación. Con esta medida los concejales pretenden impedir la circulación de una importante cantidad de automovilistas que prestan el servicio de transporte en las plataformas digitales.
Actualmente Uber permite a los socios el uso de vehículos de hasta 13 años, mientras que Muv rodados de hasta 12 años de fabricación.
En tanto que la Municipalidad esteña no establece límite de años de fabricación para los taxistas.
Los concejales dictaminantes María Portillo (PLRA), Perla Rodríguez de Cabral (ANR), Teodoro Mercado (PLRA) y Herminio Corvalán (PPT) incluso propusieron que solo tenga dos años de fabricación los vehículos de aplicativo.
Corvalán fue dirigente gremial de los taxistas antes de convertirse en concejal y uno de los impulsores de la ordenanza para desalentar la circulación de Uber y Muv en la ciudad. En la reglamentación también se establece que los conductores deben ser mayor a 24 años y contar con seis años de experiencia en el volante; además, de tener el registro de conducir clase A. Igualmente, se exige la póliza de seguro para pasajeros y terceros y que el vehículo esté adecuado para el transporte de niños y personas con discapacidad. La aprobación de la ordenanza se dio también con los votos de los concejales Celso Miranda “Kelembu” (ANR), Miguel Ángel Coronel (ANR), Juan Ángel Núñez (ANR), Neri Chávez (ANR) y Hugo Benítez (MCDE).
La reglamentación fue aprobada a pedido de los taxistas tras reiterados incidentes registrados con los conductores de vehículos de aplicativo, en enero pasado.
Los concejales congelaron el proyecto legislativo durante once meses y desempolvaron a finales de este 2020 para concretar una ordenanza contraria a la libre competencia.
Las autoridades municipales históricamente son benevolentes con los taxistas y desamparan a los usuarios. En Ciudad del Este no se exige la implementación del taxímetro y los trabajadores del volante cobran a su gusto a los clientes.