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La contadora Amarilla se comunicó con nuestra redacción regional, tras las manifestaciones del director general de la Municipalidad Daniel Pereira Mujica referente a la gestión de la terminal de buses, que mueve unos G. 6.000 millones al año.
Pereira Mujica había dicho que la Comuna obtenía solo unos G. 350 millones libres anualmente de la terminal, tras el pago de a 25 funcionarios municipales asignados en la estación de buses. También había indicado que hasta productos de limpieza comprados por la Municipalidad eran llevados a la parada de colectivos.
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Según el contrato de concesión, Ita Paraná SA debía transferir el 20% de los ingresos generados en la parada de ómnibus a la Municipalidad.
Amarilla sostuvo que la firma concesionaria mantenía un plantel de 27 empleados para la administración y afirmó que la empresa adquiría los productos de limpieza a ser usados en la terminal. “Probablemente los funcionarios municipales estaban asignados en sanitación, donde prestar el servicio de desinfección de sanitarios de los buses a cambio de un canon. Pero no cumplían funciones relacionadas a la administración de la terminal”, recalcó.
La contadora igualmente señaló que en la terminal funcionaba una oficina municipal, para dos fiscalizadores de la Municipalidad, y que posiblemente para esa dependencia se usaban los artículos de limpieza comprados con dinero municipal.
La recuperación
En julio de 2019, la Municipalidad esteña tomó la administración de la terminal al alegar que la empresa incumplía obligaciones sanitarias.
La contadora Amarilla negó el supuesto incumplimiento de la cláusula sanitaria y aseguró que las evidencias fueron levantadas del sector de sanitación que corresponde a la Municipalidad.
La empresa Itá Paraná SA emprendió varias acciones judiciales sin éxito para tratar de recuperar la administración de la estación de buses. Actualmente los representantes de la firma pretenden dirimir el pleito a través de un arbitraje de la Cámara Paraguaya de la Construcción.