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El retorno del fútbol es una incertidumbre a causa de la pandemia del covid-19. El Gobierno aplica desde el lunes 4 de mayo la “Cuarentena Inteligente”, que permite la vuelta a la práctica deportiva profesional sin espectadores desde el 25 de mayo. Esta medida no estaba en los planes de la Asociación Paraguaya de Fútbol, que reunió virtualmente a los presidentes de clubes para elaborar y culminar un protocolo para el reinicio de los entrenamientos colectivos y del torneo Apertura.
Los directivos volverán a reunirse el 28 de mayo para decidir el futuro del campeonato. Mientras tanto, el Ministerio de Salud aguarda el protocolo sanitario para una evaluación y aceptación. Entre las medidas, que según Harrison no serán negociables, figura concentrar por noventas días para evitar el contagio, los test de covid-19 a jugadores y cuerpos técnicos, como también la utilización de tapabocas. Este último punto puede ser una incomodidad para los futbolistas.
En mayo de 2017, Gianlucca Fatecha saltó el césped de la villa Olimpia con una mascarilla. El juvenil utilizó la máscara como un método que simula el trabajo en la altura. “La utilizo para aumentar la capacidad pulmonar, ya que no estaba haciendo ningún trabajo aeróbico en estas dos semanas por lo de mi tobillo”, había manifestado el atacante a ABC en aquel entonces. El futbolista activó por tres semanas con el aparato en el rostro.
“Esta mascarilla te dificulta la respiración y es como estar entrenar en la altura, pero como te dificulta la respiración solo podés usar por veinte minutos porque no vas a aguantar más de ese tiempo porque te vas a desesperar. El tapaboca es como un filtro de aire, pero no te dificulta la respiración”, cuenta Fatecha a ABC sobre la diferencia entre la mascarilla que hasta hoy sigue utilizando y el tapaboca. “Sería bastante molestoso con el sudor”, añade sobre el barbijo.