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La defensa de Núñez Goiburú había solicitado medidas sustitutivas a la prisión (arresto domiciliario) al sostener que no existe peligro de fuga de su cliente ni de obstrucción de investigación.
Paralelamente, la defensa alegó que Núñez Goiburú sufre de hipertensión arterial, diabetes y vértigo, por lo que no puede permanecer en prisión.
La fiscala Vanesa Candia se opuso al arresto domiciliario. La Fiscalía aún cuenta con varias diligencias investigativas pendientes que podrían ser obstruidas y tampoco descarta la participación de la madre en el rapto y asesinato de Neidelin.
La jueza Giménez de Liuzzi rechazó las pretensiones de la defensa y mantiene en prisión a Núñez Goiburú.
La madre fue procesada por obstrucción a la persecución penal, tras constatarse que lavó la vestimenta que su hijo Héctor Martínez Núñez habría usado en el rapto y que derivó en la alteración de evidencias. También fue imputada por violación de la ley de armas, luego de encontrarse armas de fuego en el allanamiento de su domicilio.
Según los antecedentes, el 29 de febrero pasado, la niña Neidelin (7) fue raptada por un automovilista cuando regresaba de la despensa con una esponja en mano. El suceso fue en el barrio Kavure’i de Minga Guazú.
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Al día siguiente, el cuerpo de la pequeña fue encontrado incinerado en una propiedad rural.
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Martínez Núñez, que había amenazado a la tía de la niña tras la ruptura de una relación sentimental, fue arrestado como principal sospechoso del crimen. De su poder fue incautado el auto con iguales características al rodado usado para el rapto.
El joven fue imputado por homicidio doloso y se encuentra recluido en la penitenciaría de San Pedro.
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El atroz crimen causó conmoción en todo el país y en varias movilizaciones los ciudadanos pidieron el cese de violencia contra los niños.