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La escritora nos comentó que "es una novela que me regaló Mario Halley Mora, unos años antes de morir. Estaba sin terminar y me dijo que le ponga el final, y que le cambie lo que yo quiera. Pasaron más o menos cuatro años, él ya había muerto cuando Pablo Burián comenzó a insistirme para que trabaje en el libro y poder publicarlo. El mismo quedó finalmente con 138 páginas.
Sobre el tema de la obra manifestó: "El libro trata de una mujer que queda viuda en la noche del 3 de febrero de 1989. Cuando su marido pasaba frente al Batallón Escolta, una bazuka lo hizo papillas a él y a la modelo que lo acompañaba. A partir de ese momento quedan viudos el país y Amalia, y comienza para ella el aprendizaje necesario para saber decidir por sí misma, sin que nadie le marque el camino. Antes ella y el Paraguay habían vivido sometidos al arbitrio de un dictador que regía con mano dura la vida cotidiana de los habitantes de este país".
Los detalles de la trama implica que "todos los personajes, menos dos, son de Halley Mora. Mi trabajo se redujo a poner el conflicto, o sea, que se quede viuda esa noche Amalia, y hacer muy deshonesto al marido, enriquecido durante la dictadura, además de dar una visión de la transición veraz y sin pesimismo. Dotar a Amalia de una madurez que le permite sobrellevar los golpes que va recibiendo a partir de su viudez. El final de la novela, es abierto. Ella descubre que lo más importante de esta transición es la capacidad de elección que tenemos.
"El libro, dijo finalmente, tiene muchos diálogos, tal como es el estilo de Halley Mora que yo respeté, y los personajes hablan como hablamos nosotros, sin el tú y mezclando algunas palabras en guaraní.
Sobre el tema de la obra manifestó: "El libro trata de una mujer que queda viuda en la noche del 3 de febrero de 1989. Cuando su marido pasaba frente al Batallón Escolta, una bazuka lo hizo papillas a él y a la modelo que lo acompañaba. A partir de ese momento quedan viudos el país y Amalia, y comienza para ella el aprendizaje necesario para saber decidir por sí misma, sin que nadie le marque el camino. Antes ella y el Paraguay habían vivido sometidos al arbitrio de un dictador que regía con mano dura la vida cotidiana de los habitantes de este país".
Los detalles de la trama implica que "todos los personajes, menos dos, son de Halley Mora. Mi trabajo se redujo a poner el conflicto, o sea, que se quede viuda esa noche Amalia, y hacer muy deshonesto al marido, enriquecido durante la dictadura, además de dar una visión de la transición veraz y sin pesimismo. Dotar a Amalia de una madurez que le permite sobrellevar los golpes que va recibiendo a partir de su viudez. El final de la novela, es abierto. Ella descubre que lo más importante de esta transición es la capacidad de elección que tenemos.
"El libro, dijo finalmente, tiene muchos diálogos, tal como es el estilo de Halley Mora que yo respeté, y los personajes hablan como hablamos nosotros, sin el tú y mezclando algunas palabras en guaraní.