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Los temas elegidos por Solís incluyen "Mujer", de Agustín Lara; "Encadenados", de Carlos Arturo Briz; "Nosotros", de Pedro Junco jr; "Flores negras", de Sergio de Karlo; "Pecadora", de Lara; "Dos gardenias", de Isolinia Carrillo; "Caminemos", de Alfredo Gil-Hermanos Martínez Gil; "Final", de P. Misraki y Ben Molar; "Juguete", de Bobby Capo; "Solamente una vez", de Lara; "Somos", de Mario Clavell; "Contigo en la distancia", de César Portillo de la Luz; "Vereda tropical", de Gonzalo Curiel, y "Frenesí", de Alberto Domínguez.
Del equipo técnico que acompañó al intérprete figuran Oscar Fernández en arreglos orquestales, piano acústicos y sintetizadores, Oscar Faella en piano, Carlos Nogués en secuenciadores y Celso Riveros en guitarras.
El cantante es aficionado desde los 14 años cuando participa y gana en el "Certamen de los barrios" en 1949 auspiciado por Fideos El Campeón. En la década de los 50, cantando música internacional, realizó un sinnúmero de presentaciones como solista en diversos escenarios del país, acompañado de grandes músicos de la época como Neneco Norton, Dante Ortiz, Silvestre Bogado, el maestro Cañete y Chiquito Leguizamón, entre otros.
Participó también en exitosos programas radiales de la época, como "Se quema, se quema, se quemó", presentado por Celestino Alvarez y otros locutores como Dante Benedetti, que le bautizó con el seudónimo de "El novio de Asunción".
En la década de los 60 se apartó de los escenarios para dedicarse a trabajar en una empresa internacional por 40 años, durante los cuales nunca faltaron momentos ni lugares en donde pudiera cantar.