“Cien años después del naufragio, los restos se benefician en lo sucesivo de la protección de la Convención de la Unesco sobre la protección del patrimonio cultural subacuático”, indicó la Unesco en un comunicado.
“Los restos del Titanic yacen a unos 4.000 metros de fondo a la cuadra de Terranova. En la medida que están aguas internacionales, ningún Estado puede reivindicar una jurisdicción exclusiva sobre el emplazamiento”, recordó la Organización de las Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura.
“Hasta ahora, el Titanic no podía beneficiar de la protección de la Convención adoptada por la Unesco en 2001, pues esta sólo se aplica a los vestigios sumergidos desde al menos cien años”, destacó la Unesco.
“En lo sucesivo, los Estados signatarios de la Convención podrán prohibir la destrucción, el saqueo, la venta y la dispersión de los objetos encontrados en el lugar. Pueden tomar todas las medidas disponibles para proteger los restos y para que los restos humanos sean tratados dignamente”, precisó la organización.
Unos 41 Estados ratificaron la Convención para la protección del patrimonio cultural subacuático, que entró en vigencia el 2 de enero de 2009.
Las aguas alrededor de los restos del Titanic están actualmente invadidas por los desperdicios de los barcos que navegan en el sector, en tanto numerosos submarinistas han depositado flores de plástico o placas conmemorativas en el lugar.
Regularmente se organizan expediciones para recuperar piezas que luego son expuestas. También se ha señalado el robo de objetos del navío, llevados a la superficie para luego ser vendidos.
El Titanic naufragó a la cuadra de Terranova en su viaje inaugural entre Southampton (Gran Bretaña) y Nueva York, después de haber embestido un iceberg en la noche del 14 al 15 de abril de 1912. El naufragio provocó más de 1.500 muertos entre los 2.200 pasajeros.