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“Posesión Infernal” es la “remake” del filme de 1981 “The Evil Dead”, la película de terror que lanzaría la carrera de un tal Sam Raimi, un joven cineasta empírico que luego pasaría a convertirse en uno de los directores más influyentes de Hollywood con su trilogía “Spider-Man”, luego de dos secuelas de su filme original.
El propio Raimi y su estrella de la trilogía “Evil Dead”, Bruce Campbell, seleccionaron al joven director uruguayo Fede Álvarez –quien ganó notoriedad con el cortometraje “Ataque de Pánico”, sobre un ataque de robots y naves extraterrestres a Montevideo- para encargarse de llevar adelante esta nueva versión de su historia, y el resultado final es un homenaje a la película original y a todo el sub-género del terror de bajo presupuesto de la década de 1980, que mantiene la creatividad visual y la cruda abundancia de sangre e imágenes para taparse los ojos, apoyándose en buenas actuaciones y un guión que da más profundidad a sus personajes que la que suele acostumbrarse en este tipo de filmes.
El argumento es básicamente el mismo que el del filme original: un grupo de jóvenes va a una vieja cabaña aislada en un bosque en el medio de ninguna parte, descubren algo que realmente no deberían haber descubierto, y despiertan algo maligno que comienza a acosarlos de formas horriblemente retorcidas.
Es notable que en esta película los jóvenes de hecho tienen una razón para decidir ir al lugar más aislado posible, y es una que tiene sentido, cuando habitualmente en este tipo de filmes no tienen un motivo más allá de pasar unos días de vacaciones. Es un detalle menor pero uno que añade un nivel de profundidad a la trama del filme y al personaje principal, Mia (la actriz Jane Levy).
Álvarez incluye una saludable cantidad de referencias a las dos “Evil Dead” originales – por ejemplo, quienes hayan visto la primera película serán capaces de ver una bastante obvia en el primer momento en que Mia aparece en pantalla, un momento que además parece insinuar que esta no es una “remake”, sino una secuela, lo que no deja de ser intrigante -, pero afortunadamente no se deja llevar en su reverencia a Raimi, lo que le permite dar la sensación de una experiencia original a pesar de incluir tantos elementos familiares.
A través de un buen guión que sabe tomarse su tiempo sin resultar lento, el filme hace un buen trabajo estableciendo a sus personajes, sus personalidades, pasados y características o talentos desde temprano, y sabiamente mantiene la naturaleza de la amenaza que enfrentan siempre en cierto modo ambigua, dando solo trozos de explicaciones y permitiendo que esa incertidumbre sea una ventaja más a la hora de inducir miedo.
Y luego está la sangre. Esta realmente no es una película para quienes se impresionan fácilmente. Una vez que las ocurrencias demoníacas comienzan, el filme se vuelve una sucesión de fuertes escenas que involucran pistolas de clavos, jeringas, vidrios rotos y muchas otras cosas cortantes –además de momentos mucho más creativos que no voy a referenciar – con el añadido de que existe obviamente muy poco material del filme retocado por computadora, y el uso de efectos tradicionales le da una perturbadora sensación de realismo a los daños en los personajes. Inclusive oí de funciones en que algunas personas abandonan la sala.
Después de tantos años de "El Juego del Miedo", "Hostel" y sus innumerables imitadores, si una película puede lograr que uno olvide que lo que está viendo es simplemente un buen uso de efectos especiales para simular violencia, entonces esa película triunfó, y en ese sentido "Posesión Infernal" triunfa.
La locura y la violencia incluso puede ser interpretada como una alegoría extrema del "demonio" que Mia ya lleva dentro suyo desde antes de que el libro maligno entre en el filme.
Si hay algo que Álvarez se abstiene de prestar de Raimi es el alto contenido de humor negro que el director estadounidense incluyó en sus “Evil Dead” o en propuestas más recientes como “Arrástrame al Infierno” (2009). Esta “remake” es un filme de terror puro, y muy efectivo inclusive cuando no nos está avasallando con imágenes de desmembramientos o mutilaciones, gracias a un buen manejo de la tensión por parte del uruguayo y un excelente trabajo en la ambientación y la fotografía que convierten la cabaña y sus alrededores en un lugar opresivo y siniestro aún en escenas diurnas.
Todo esto es coronado con un final que abandona la sutileza y se pone sencillamente demente –en el más positivo de los sentidos -, que automáticamente deja a Mia casi a la altura del icónico Ash de las películas anteriores, aunque entrar en mayores detalles sería arruinar la sorpresa, y eso sería un crimen.
En conclusión, si uno no tiene problema con la extrema –y extremadamente gráfica- violencia y el terror cinematográfico como se hacía hace unas décadas, “Posesión Infernal” es imperdible.
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POSESIÓN INFERNAN (Evil Dead)
Dirigida por Fede Álvarez
Escrita por Fede Álvarez y Rodo Sayagues
Producida por Sam Raimi, Bruce Campbell y Roger G. Tapert
Edición por Bryan Shaw
Dirección de fotografía por Aaron Morton
Banda sonora compuesta por Roque Baños
Elenco: Jane Levy, Shiloh Fernández, Lou Taylor Pucci, Jessica Lucas, Elizabeth Blackmore, Phoenix Connolly y Jim McLarty