Peabody y Sherman reescriben la Historia

Una buena mezcla de comedia ridícula, apuntada en especial a los más pequeños, con mucho corazón hace de “Las aventuras de Peabody y Sherman” una disfrutable película animada.

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Han pasado siete semanas desde que empezó el año y en ese espacio de tiempo hemos recibido cuatro películas animadas en estreno en salas paraguayas, incluyendo la que ahora nos ocupa. Y aunque quien escribe no pudo aún ver Metegol -que no dejó de recibir elogios-, sí puede decir que tanto Frozen como La Gran Aventura LEGO, cada una en sus muy distintos estilos, son obras brillantes merecedoras del adjetivo de “clásicos”.

Con el listón del cine animado dejado tan en alto por esas dos películas, La Gran Aventura de Peabody y Sherman se queda corta, aunque más por los excesivos méritos de las otras películas que por falta de calidad de parte de la nueva producción de DreamWorks, que cuenta una historia de genuina emoción cuando deja de lado una comedia que tiene aciertos y errores.

Basada en los personajes de dibujos animados creados a finales de la década de 1950 por Ted Kelly para el programa Las Aventuras de Rocky y Bullwinkle, la película nos presenta a Sherman, un niño que vive con su padre adoptivo Peabody, un titán de los negocios, genio inventor, laureado del premio Nobel y dos veces medallista olímpico... que también es un perro que habla.

En vez de hacer chistes fáciles con la noción de un perro criando a un niño, el filme convierte eso en un punto clave del argumento, en una de sus decisiones más inspiradas. Cuando Sherman va a su primer día de escuela, acaba dejando en ridículo a una compañera suya, Penny, gracias a su enorme conocimiento de primera mano sobre historia, obtenido con los educativos viajes al pasado a los que Peabody lo lleva en una máquina del tiempo que inventó. Esto resulta en un caso de “bullying” por parte de la niña que es más cruel y físico -aunque no totalmente violento- que lo que uno suele ver en películas animadas, y la reacción de Sherman acaba generando el riesgo de que el derecho de adopción sea revocado y Peabody pierda al niño.

Una exagerada y gritona trabajadora social cuestiona en repetidas ocasiones la posibilidad de que un perro pueda criar a un niño, aun cuando el perro en cuestión es extremadamente inteligente, exitoso y quiere genuinamente al niño. Es un perro, ¿cómo puede esperarse que el niño sea bien criado si no es criado por alguien “normal”? Penny discrimina a Sherman por haber sido criado por alguien como Peabody. “Tu padre es un perro, por lo tanto tú también eres un perro”, le dice en medio de un comedor lleno de sus compañeros. La alegoría es bastante fuerte y clara, y es interesante ver a una película animada hollywoodense tocar temas tan polarizantes como esos.

La pelea con la niña es lo que dispara el argumento del filme, ya que Peabody invita a Penny y a sus padres -y a la trabajadora social- a cenar para limar asperezas, y Sherman -desobedeciendo a su padre- le muestra a la niña la máquina del tiempo, lo que predeciblemente acaba con ella perdida en el pasado, lo que el niño y el perro deberán remediar.

Allí el filme pasa a ser una aventura más común y corriente, con bastante acción apta para todo público y paradas en algunos icónicos momentos de la Historia, con apariciones prominentes de cómicas versiones de figuras históricas como Leonardo DaVinci o Tutankamón. Un segmento durante la batalla de Troya, con una vistosa persecución e hilarantes intervenciones de un muy gracioso rey Agamenón, se destaca del resto.

El filme se desarrolla de forma bastante predecible -el padre que lleve a sus hijos sin duda podrá adivinar con bastante acierto cómo evolucionará la relación entre Sherman, Peabody y Penny-, y el filme por momentos se apoya demasiado de moralejas repetidas antes por innumerables películas, Algunos chistes claramente se perdieron en el doblaje, y en lo que a chistes sobre funciones corporales se refieren, dos son demasiado.

Pero al final esos defectos no le quitan lo disfrutable a Las Aventuras de Peabody y Sherman, que acaba siendo una de esas películas que gustan a los niños y no hacen que los padres sientan que perdieron dos horas de su vida. No se convertirá en un clásico, pero con buena acción, buenas risas y un mensaje sutil pero importante y oportuno, bien vale una recomendación.

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LAS AVENTURAS DE PEABODY Y SHERMAN (Mr. Peabody & Sherman)

Dirigida por Rob Minkoff

Escrita por Craig Wright (basada en personajes de Ted Kelly)

Producida por Denise Nolan Cascino y Alex Schwartz

Edición por Tom Finan

Banda sonora compuesta por Danny Elfman

Voces: Ty Burrell, Max Charles, Ariel Winter, Stephen Colbert, Leslie Mann, Stanley Tucci, Allison Janney, Lake Bell, Patrick Warburton y Mel Brooks

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