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El actor británico Jason Statham es uno de los principales exponentes del cine de acción del siglo XXI, encarnando casi exclusivamente a tipos duros letales con los puños y las piernas o con cualquier tipo de arma que caiga en sus manos desde que tuvo el primero de esos papeles en 2002, con la exitosa “El Transportador”.
“Parker”, su nueva película, no viene a romper el molde ni significa un cambio de registro para el actor: de nuevo interpreta a un personaje que vive al margen de lo legal, regido por un fuerte código moral y que probablemente puede matarte de cinco maneras distintas en cualquier momento. Pero el menor tiempo dedicado a las dotes físicas del actor le permiten exhibir un carisma que generalmente no sale a relucir en sus estoicos personajes, en un film que entretiene con buena acción y suspenso.
El Parker del título es un ladrón profesional de alto nivel que no roba “a quienes no pueden costearlo” y no lastima “a quienes no se lo merecen” -es difícil no verlo y pensar en su personaje de “El Transportador”, otro personaje altamente pragmático y con firmes reglas-, que es traicionado y casi asesinado tras un golpe a un banco, por lo que irá tras quienes trataron de matarlo para cobrar su venganza y su botín.
Por la mayor parte de su carrera -exceptuando sus trabajos con Guy Ritchie o las dos películas “Crank”- los personajes que interpretó Statham carecían casi totalmente de personalidad; personalmente me gustan mucho las películas de “El Transportador” (en especial la muy divertida segunda parte), pero Statham básicamente es Terminator en ellas, una imparable y en cierto modo elegante máquina de repartir palizas y soltar frases en plan “tipo duro” sin muchas más cualidades.
Y al ser este su rol más popular, el actor acabó encarnando a una serie de estoicas máquinas de pelea en varias otras películas, personajes que básicamente eran el mismo con solo algunos detalles cambiados: en un film era un policía, en otro un presidiario, en otro un asesino a sueldo, mercenario, etcétera.
Parker es un personaje muy parecido a aquellos, por lo que no había razón para esperar nada más que el mismo Statham de siempre, pero el intérprete, en lo que es la sorpresa más grata de la película, logra embeber un carisma en el personaje que pocas veces lo vimos exhibir.
Es muy distinto al humor negro de su actuación en “Snatch” (2000) o la absoluta locura desinhibida de su trabajo en “Crank”; el paralelo más acertado que puedo encontrar es el James Bond de Daniel Craig en “Casino Royale” y “Quantum of Solace”, brutal pero encantador y frío, de alguna manera diciendo sus líneas clásicas de tipo duro con naturalidad.
Crédito para el actor y probablemente también para el director Taylor Hackford, quien evidentemente tiene una forma de sacar buenas actuaciones de sus intérpretes; después de todo, fue él quien dirigió a Jamie Foxx en “Ray” (2004), un papel por el que el actor acabaría adjudicándose un premio Óscar.
Jennifer López hace un trabajo correcto como Leslie, una agente de bienes raíces que acaba involucrada en la vendetta de Parker. Es el actor Michael Chiklis (la Mole de “Los 4 Fantásticos”), que encarna al antagonista principal, el que por momentos desentona, particularmente al principio, donde sus líneas le salen ligeramente sobreactuadas, aunque se le cura pronto.
La película no está tan cargada de acción como la mayor parte de la filmografía previa de Statham, lo que da espacio para un argumento que es más que una excusa o un marco para las peleas: el film trae buenas dosis de suspenso, un poco de humor muy bienvenido, con alguna que otra línea excelente, y excelentemente interpretada por Statham. El personaje de Parker resulta contradictorio en algún que otro pasaje -donde parece romper su código de no lastimar a quien no lo merece, aunque eso está abierto a interpretación respecto a quién merece o no ser lastimado-, pero en general es un buen protagonista.
La acción no será tan abundante, pero cuando la hay es extremadamente brutal y sangrienta, lejos de las artes marciales elegantes a las que el actor principal nos tiene acostumbrados y más rudimentariamente furiosas; en este aspecto se lleva el premio un violento duelo en una suite de hotel, y resulta refrescante ver a Statham interpretando a un personaje que no da la sensación de indestructibilidad. Es más John McClane (el de las primeras "Duro de Matar") que Frank Martin.
Realmente no hay mucho más qué decir de “Parker”. Es uno de esos films que no va a cambiar la vida de nadie, pero sirve como buen entretenimiento para un par de horas, y a veces eso es todo lo que hace falta.
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PARKER
Dirigida por Taylor Hackford
Escrita por John J. McLaughlin (basada en una novela de Donald E. Westlake)
Producida por Taylor Hackford, Lea Alexander, Steve Chasman, Sidney Kimmel y Jonathan Mitchell
Edición por Mark Warner
Dirección de fotografía por J. Michael Muro
Banda sonora compuesta por David Buckley
Elenco: Jason Statham, Jennifer López, Michael Chiklis, Emma Booth, Nick Nolte, Wendell Pierce, Clifton Collins Jr., Bobby Cannavale, Patti LuPone y Carlos Carrasco