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Como muy pocas agrupaciones del Río de la Plata, la banda del Uruguay No Te Va Gustar goza en Paraguay un nicho que sabe mantenerse vigente. Cada visita es, entonces, una verdadera fiesta con toda la parafernalia que, obviamente, lo amerita: camisetas con alusión al grupo, vinchas, pósters, banderas... y un fanatismo más emotivo que histérico.
Esos seguidores se agolparon en la noche del sábado en el Yacht y Golf Club, en un concierto precedido por La de Roberto, agrupación liderada por el también vocalista de Kchiporros, Roberto "Chirola" Ruiz Díaz. En un show en el que comparte las canciones de su álbum debut (Hemisferios, 2014), 'Chirola' demostró una verdadera madurez vocal, acompañado de una banda de rock latino saludable y prometedora. Es lo que demostraron con temas como Días grises, La cascada, Siempre a la deriva, y la canción que da nombre al álbum -y popularizada a través de la Web-, Hemisferios.
Pasadas las 22:00, y con las luces apagadas, finalmente se asomaban al escenario Emiliano Brancciari y sus compañeros, listos para las casi dos horas y media de show. Su sombrero marcaba el inicio del recital, antes de la masiva Cero a la izquierda y la primera sorpresa de la noche: la también popular Al vacío, esta vez interpretada junto al vocalista y líder de la banda local Salamandra, Javier Zacher.
Pero la fiebre de hits recién empezaba. Canciones como A las 9, Me ilumina hoy y Detrás del cerro hacían crecer el entusiasmo de los fans. "Como saben, es un placer estar de vuelta acá, y para nosotros es muy especial porque nos sentimos muy queridos cada vez que venimos", decía, agradecido, a sus más incondicionales.
Los pogos hacían agitar a las masas con las enérgicas Destierro y Pensar; para seguir con El error y otro éxito de la banda: Sin pena ni gloria. La melódica y nostálgica Memorias del olvido daba lugar al romance, junto a otra desgarradora balada: No necesito nada.
Aplausos, llantos... todo valía para el público que se reencontraba con la banda charrúa, un año y cuatro meses después. El repertorio seguía con canciones como Viajando sin espada -canción que da nombre a la gira actual-, Ese maldito momento -coreada de principio a fin- y el bello e infaltable candombe -con murga incluida-, Clara.
Sonidos autóctonos sonaban de pronto: se trataba de Mucho más feliz, y una sorpresiva versión (en español) de la polca Paloma blanca, de Neneco Norton.
La seguidilla de hits se repetía de nuevo: himnos como Verte reír, Chau, Comodín, Tan lejos y No hay dolor generaban pogos interminables y unánimes coros. Algo similar ocurría en el último tramo de la noche, cuando las voces entonaban los éxitos Fuera de control, Cielo de un solo color y, como broche de oro, No era cierto.
Con poesía urbana, sonidos eclécticos y energía suprema, No Te Va Gustar demostró, una vez más, ser dueña de varias de las canciones más indispensables del rock latino contemporáneo. "Ustedes no se imaginan lo felices que nos ponemos cada vez que nos enteramos que vamos a venir", aseguraba Brancciari. Su público lo sabe, porque se notaba. ¡Hasta la próxima!