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Allá por 1939, la Metro-Goldwyn-Mayer producía una película musical de fantasía basada en la novela infantil “El maravilloso mago de Oz”, de L. Frank Baum. Esta vez, 74 años después, el espíritu del clásico tiene su precuela en una superproducción de Disney dirigida por Sam Raimi (“Evil Dead”, “Spider-Man”).
En el film descubrimos a un mago de poca monta de nombre Óscar –conocido artísticamente como “Oz”–, que más que virtuoso es egoísta y ambicioso, y tiene que lidiar con una novia a quien no ama. “No necesito amigos (…). No quiero ser un hombre bueno; quiero ser un hombre grande”, dirá el protagonista, interpretado por James Franco.
Un accidente lo traslada desde Kansas hasta un mundo misterioso bañado de fantasía: la tierra de Oz (que se hace mágica con los efectos en 3D). Allí conocerá a una serie de personajes que lo acompañarán a lo largo de la travesía: las brujas Theodora (Mila Kunis), Evanora (Rachel Weisz) y Glinda (Michelle Williams). En tanto, el mono Finley se convertirá en su fiel aliado, y ambos encontrarán en una niña de porcelana una frágil pero entrañable compañía.
Al llegar a la tierra de Oz, Óscar es considerado como el poderoso hechicero que –según reza la profecía–alguna vez bajaría a esa tierra, para salvarlos de las acechanzas de la Bruja Mala. El precio de la liberación: ser coronado como el rey de Oz y heredar todas sus riquezas.
La propuesta seduce al mago de Kansas, quien –junto a sus incondicionales– asumirá el rol de supremo mago, aun bajo el precio de pecar de farsante y estafador. El desafío será, entonces, superar los desafíos que las circunstancias le colocaron en su camino.
A lo largo de la trama, una serie de persecuciones, hallazgos y desafíos conducirán la historia, que en ocasiones carga con un tono de comedia y, en otros, más oscuros. Aunque estéticamente impecable, el guión atraviesa con distractores que la hacen ciertamente larga, lenta y podrá inquietar a más de uno, durante sus 130 minutos.
Con guiños al clásico de 1939, y sus primeros 20 minutos en blanco y negro, la película –y esto, quizás, sea su mejor legado– funciona de alguna forma como un dulce –aunque superficial– homenaje a Thomas Alva Edison. Quizás como –de cierta forma, y salvando las distancias– Martin Scorsese logró rescatar el alma de Georges Méliès en la memorable “Hugo”.
Sam Raimi sabe, de todas formas, llegar a buen puerto y combatir con los predecibles giros del guión. Las ilusiones mágicas estarán allí, con formidables efectos especiales y una nutrida banda sonora para soñar con el mundo de Oz… y volver (al menos, por un rato) a la infancia.
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OZ EL PODEROSO (Oz the Great and Powerful)
Dirigida por Sam Raimi
Escrita por David Lindsay-Abaire y Mitchell Kapner
Producida por Joe Roth
Edición por Bob Murawski
Dirección de fotografía por Peter Deming
Banda sonora compuesta por Danny Elfman
Elenco: James Franco, Mila Kunis, Rachel Weisz, Michelle Williams, Zach Braff, Joey King, Bill Cobbs, Tony Cox y Abigail Spencer