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En su superficie, John Wick es la historia de un tipo que busca venganza porque unos mafiosos mataron a su perro. ¿Cómo le suena eso? Personalmente me parece una interesante variación del cliché de innumerables historias de venganza del tipo duro que pierde a su familia, aunque he visto no pocas opiniones que tildan la premisa de ridícula o de evidencia de que Hollywood está sin ideas, esa noción tan gastada que sin embargo muchas veces prueba ser acertada.
Aunque muchas veces instintivo, pasar juicio sobre algo sin haberlo experimentado nunca es recomendable, y alentaría a aquellos más reacios a tomar en serio un filme con una premisa como esta que vayan a ver John Wick, ya que siempre es saludable que nos destrocen los prejuicios.
En resumidas cuentas, John Wick es una de las mejores películas de acción que nos han llegado en los últimos tiempos, y es absolutamente imperdible para fans del género.
John Wick (Keanu Reeves) vive una vida normal hasta que su esposa sucumbe ante un cáncer. Días después, llega a su puerta una entrega especial: un pequeño perro que su esposa, a sabiendas de que se le acababa el tiempo, compró para que su esposo no tuviera que sufrir en soledad.
En un viaje casual con el perro en su impresionante Mustang modelo '69, Wick se topa con el hijo de un capo mafioso ruso, quien ofrece comprar su auto, a lo que Wick rehusa. Ofendido, el joven y sus secuaces irrumpen en la casa de Wick, lo sorprenden, le dan una paliza, matan al perro y roban el auto. Sin embargo, lo hicieron sin saber que Wick era en realidad uno de los asesinos a sueldo más temidos y letales.
La trinidad de dirección-guión-actuación en esta película funciona de forma perfecta. La película fue dirigida por Chad Stahelski y David Leitch, debutantes como directores pero experimentados coordinadores de dobles de riesgo y coreógrafos de acción que trabajaron en filmes como Matrix, y tienen un dominio del lenguaje visual de la acción que se traduce en escenas fantásticas rebosantes de agilidad, movimiento, energía y un ritmo casi musical en su cacofonía de disparos y golpes.
Momentos como el asalto de Wick a una discoteca y el enfrentamiento final que combina acción armada y vehicular son instantes que se vuelven clásicos instantáneos del cine de acción, y John Wick sería mi película de acción favorita del año de no ser porque el 2014 también nos dio la inigualable The Raid 2. Sin embargo, queda en un muy cercano y muy honorable segundo lugar.
Luego tenemos el guión de Derek Kolstad, que enmascara un sorprendente nivel de inteligencia e introspección tras una fachada de simplicidad. Aunque las andanzas de un asesino despachando innumerables personas no puede dejar de ser algo moralmente ambiguo, el filme no es particularmente complejo en su moralidad. Uno de los villanos mata a un adorable perrito, después de todo; el filme hace imposible que no queramos ver a Wick cobrar una dolorosa venganza.
Y esa premisa que a la primera puede sonar como una parodia en realidad esconde una sorprendentemente profunda exploración de lo que es estar en duelo. Lo que nos trae a la última pieza del rompecabezas: la actuación.
Reeves como actor siempre fue criticado por tener un rango más bien limitado, pero en el papel correcto puede hacer grandes cosas, y John Wick es el papel correcto para él. El momento en que Wick explica al villano por qué está dispuesto a llegar a los extremos a los que llega por “solo un perro” es al mismo tiempo un instante conmovedor, la declaración de intenciones más clara del filme en su afán de explorar el duelo y una de las mejores actuaciones que recuerdo haber visto de Reeves. Es en ese momento en que Wick termina de volverse creíble como la imparable máquina de muerte que todo el mundo se pasa la película diciendo que es.
Además, el filme es sencillamente muy disfrutable, tanto como los más brillantes ejemplos del género. El guión de Kolstad se pasa la primera parte del filme estableciendo la reputación de Wick, y es particularmente satisfactorio ver cómo los mafiosos, incluyendo la cabeza de la organización – interpretado por el siempre confiable Michael Nyqvist – palidecen cuando se dan cuenta de a quién van a tener que enfrentarse. Incluso le ponen el apodo del equivalente ruso del “hombre de la bolsa”.
El filme también tiene algunas interesantes ideas en segundo plano que hacen que quiera que lleguen a hacer una secuela: la idea del Hotel Continental, por ejemplo, es deliciosamente propia de un mundo a medio camino entre el real y uno salido de las páginas de un cómic, y está enormemente lleno de potencial que me encantaría ver explotado. Descubran ustedes mismos de qué hablo.
Si es usted fan del cine de acción, John Wick es más que recomendable. Es absolutamente obligatoria.
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JOHN WICK
Dirigida por Chad Stahelski y David Leitch
Escrita por Derek Kolstad
Producida por Chad Stahelski, David Leitch, Eva Longoria, Basil Iwanyk y Mike Witherhill
Edición por Elísabeth Ronaldsdóttir
Dirección de fotografía por Jonathan Sela
Banda sonora compuesta por Tyler Bates
Elenco: Keanu Reeves, Michael Nyqvist, Alfie Allen, Willem Dafoe, Adrianne Palicki, Ian McShane, Toby Leonard Moore, John Leguizamo, Lance Reddick, David Patrick Kelly y Bridget Moynahan