Iván Zavala: histeria adolescente

Con gritos, adrenalina y emoción, unos 500 fans llenaron las butacas de la Sala de Convenciones del Banco Central del Paraguay (BCP).

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El joven cantautor pop de 23 años se presentó por segunda vez en el Banco Central del Paraguay; esta vez, y por una cuestión de reprogramación, en un espacio más reducido al de su presentación en el año anterior: la Sala de Convenciones.

Ya alrededor de las 16:00, muchas de las fans colmaban las inmediaciones del BCP. Y, a medida que pasaban las horas, el entusiasmo y fervor adolescente por su ídolo local se empezaban a exacerbar.

Se pudo notar que el espacio reducido del local evitó la puesta en escena de aquel primer recital, de julio de 2013. Sin mayores decorados ni plataformas desplazándose, Zavala y su banda aparecían sobre el escenario alrededor de las 21:05.

Entre gritos ensordecedores, carteles en alto, vinchas y obsequios en manos, el público teen –con un promedio de edad entre 12 y 17 años– recibía al cantante, quien abría el recital con Ella.

La efervescencia de las fans se hacía notar cada vez que el cantante osaba interactuar con ellas. Apenas una mirada, coqueteo o frase cualquiera servía para que una serie de gritos enciendan el Banco Central.

Con guitarra en manos, el repertorio seguía con Junto al mar, Imposible –tema que dio título a su primera producción–, Ahí estaré – ya en piano, mientras el público levantaba las mano– y The Heartbreak, un tema en inglés escrito por él.

La banda del músico –integrada por Diego Riveros (batería), Sergio Cuquejo (teclados), Karim Manzur (guitarra) y Luis Tellechea (bajo)– no decepcionó, y logró lucirse a lo largo de la noche.

Los coros seguían con Quien soy, para dar lugar a una más agitada Dónde estás, con un solo de saxo incluido a cargo de Tellechea.

Esta vez, no hubo un homenaje para Ed Sheeran, pero sí –para alegría de sus fans– para la boy band británica One Direction (Little things, en compañía de Eugenia, una fanática del público) y el exponente pop Bruno Mars (Lazy song). Ambos temas, en un set acústico, al igual que con su canción Cada día (tema digno de un culebrón, que pudo haberlo grabado Bisbal).

La euforia juvenil siguió con la aparición de Valeria Baroni, conocida por haberse puesto en la piel de Lara en la serie de Disney, Violetta. Entre aplausos y emoción, la actriz y cantante interpretó junto al paraguayo Te sigo esperando, tema que grabaron juntos.

La argentina permaneció para hacer –ella sola, mientras Zavala seguía en la guitarra– una versión de ¡Corre!, el éxito internacional del dúo mexicano Jesse & Joy.

Ya sin Baroni en el escenario y con ukelele en manos, el cantante hizo vibrar a sus fans con Y yo (muero de amor) y No vale la pena, ambos cortes de difusión de su primera producción.

El plan despedida fue en vano. Los gritos de las fans obligaron al cantante al esperado bis; esta vez, con un tema que fue pedido a los gritos: su primer corte de difusión, Te regalo. El tema fue interpretado dos veces, con motivo de grabación –según anunció el cantante– de un video en vivo.

Él sabe que las seduce. Ellas saben que así, él es feliz. Entre corazones y ositos arrojados por sus seguidoras, el cantante se despedía de 500 voces que seguían gritando como si nunca más fueran a callarse.

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