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A pocas cosas les queda tan bien la expresión “placer culpable” como a esta película. Es el equivalente de comer papas fritas o algún otro tipo de “comida chatarra”; no es precisamente beneficioso, pero uno lo disfruta.
“El Ataque” está plagada de esos defectos que tradicionalmente los críticos opinan que hacen a una mala película: un argumento que es poco más que una excusa para llenar las dos horas de película de la mayor cantidad de tiroteos y destrucción como sea posible, personajes bastante unidimensionales y en algunos casos hasta caricaturescos, diálogos que por momentos parecen salidos de una parodia del cine de acción de los '80 y principios de los '90, lo tiene todo.
Pero es tan divertida.
Esa acción será superficial y ocupará espacio que podía haberse dedicado a dar más profundidad a los personajes, pero está tan bien filmada que acaba no importando, y la película se mueve a un ritmo rápido que mantiene las cosas interesantes; esos personajes mayormente unidimensionales están lo suficientemente bien actuados para que al público les importe sus destinos.
Es entretenimiento en su forma más simple y, a la vez, efectiva, una película que no se toma muy en serio a sí misma y requiere que el espectador tampoco lo haga.
El argumento gira en torno a John Cale (Channing Tatum), un ex-militar y actual custodio de un congresista en Washington que consigue una entrevista de trabajo con el Servicio Secreto, la guardia del presidente de los Estados Unidos. John va con su hija Emily (Joey King) a la Casa Blanca para la entrevista, pero ambos acaban en medio del asalto al edificio de un grupo paramilitar. Separado de su hija, John deberá rescatar al presidente (Jamie Foxx) y detener lo que sea que planean los atacantes.
El director Roland Emmerich no da en “El Ataque” una mejor “Duro de Matar” que las últimas dos “Duro de Matar”.
Desde referencias visuales directas -notarán en las fotos que Tatum pasa parte de la película vestido de forma muy parecida a como Bruce Willis se pasó gran parte de la primera “Duro de Matar”- hasta el argumento en general (terroristas toman un edificio y nuestro héroe queda atrapado adentro), la película recuerda mucho a aquella memorable primera odisea de John McClane, y el hecho de que “El Ataque” no quede mal parada en esa comparación es meritorio.
Esta película es fácilmente reconocible como obra de Emmerich, un director notorio por taquilleros espectáculos similarmente desprovistos de mucha profundidad argumental como “Día de la Independencia” o “2012”. Y si hay algo que uno puede confiar a Emmerich, es el espectáculo. Edificios, helicópteros, tanques y aviones son destruidos en impresionantes secuencias que recuerdan que Emmerich es al menos todo un maestro del lenguaje cinematográfico visual.
Además, Emmerich parece haber prestado atención a algunas de las críticas más comunes contra su películas, en especial la queja de que sus películas suelen ser, estructuralmente hablando, un poco desastrosas, con malos intentos de hacer que al público le importen los protagonistas y sus problemas personales o familiares que finalmente fallan por estar mediocremente escritos.
Claro, hay algunos momentos de drama de relleno entre Cale y su hija, pero son breves y no molestan, y una vez que la acción comienza no se detiene. Emmerich y su guionista James Vanderbilt mantienen el impulso constante, saltando de una escena interesante a otra sin dar demasiado descanso, pero manteniendo un ritmo que no sobrecarga y haciéndolo con escenas expertamente armadas y sorprendentemente variadas teniendo en cuenta que casi toda la acción se desarrolla exclusivamente en la Casa Blanca.
Sin ser una parodia, la película abraza los estereotipos que uno identifica con el estereotipo del cine de acción (las incontables ráfagas de ametralladora que de alguna forma no alcanzan al héroe, las frases en plan “tipo duro”, etcétera) y deja de tomarse totalmente en serio, una decisión acertada que acaba dando una película infinitamente más divertida que la olvidable “El Ataque a la Casa Blanca”.
Ayuda que las motivaciones de los personajes son claras aunque sean superficiales -el motivo de John para querer ser custodio del presidente es un ejemplo de cómo hacer que al público le importe tu personaje, y hacerlo sólo en una línea-, y el guión incluso se da el lujo de hacer comentarios políticos bastante interesantes, aunque no muy sutiles.
Por momentos la película peca de ser demasiado predecible, y en ciertas ocasiones la falta de lógica en algunas de las acciones de ciertos personajes distrae, pero en general la película está hecha y estructurada de una forma que hace que nada de eso importe demasiado.
En cuanto al elenco de actores, Channing Tatum demuestra una vez más gran carisma para acompañar a su buena presencia, y aunque no tiene la personalidad de un Bruce Willis como el de la primera “Duro de Matar”, el rol de héroe de acción no le queda mal, y tiene buena química con un Jamie Foxx que tiene oportunidad de relajarse un poco y jugar algo más a la comedia luego de su brutal rol en “Django Sin Cadenas”.
Pero una vez más la que se destaca es la joven actriz Joey King, quien encarna a la hija de John y, al igual que en “El Conjuro” y “Oz el Poderoso”, vuelve a ser una de las mejores partes de una película. King es una revelación, ayudada en esta ocasión por un guión que le da un personaje que desafía las espectativas: claro, no puede masacrar villanos, pero Emily dista mucho de ser la típica niña indefensa.
A ellos se suman un Jason Clarke adecuadamente amenazante, y buenas aunque no tan vistosas actuaciones de James Woods, Maggie Gyllenhaal y Richard Jenkins.
En conclusión, para los fans del cine de acción que estén dispuestos a dejar de lado el cinismo, desconectar un poco el cerebro y dejarse llevar, “El Ataque” es uno de esos filmes que no pueden perderse. Absolutamente recomendada.
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EL ATAQUE (White House Down)
Dirigida por Roland Emmerich
Escrita por James Vanderbilt
Producida por Roland Emmerich, James Vanderbilt, Brad Fischer, Larry J. Franco, Laeta Kalogridis y Harald Kloser
Edición por Adam Wolfe
Dirección de fotografía por Anna J. Foerster
Banda sonora compuesta por Harald Kloser y Thomas Wander
Elenco: Channing Tatum, Jamie Foxx, Joey King, Maggie Gyllenhaal, Jason Clarke, James Woods, Richard Jenkins y Nicholas Wright