Ciro y los persas: la fiesta de la armónica

La agrupación liderada por el cantante argentino Andrés Ciro Martínez protagonizó una gran fiesta la noche del sábado y madrugada del domingo.

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La noche del sábado, la banda argentina Ciro y los Persas, liderada por Andrés Ciro Martínez -exvocalista de Los Piojos-, precedida por la agrupación paraguaya Pipa para Tabaco, protagonizó la segunda y última fecha del festival Pilsen ReciclArte, un día después de la actuación de los españoles Jarabe de Palo.

El show de los argentinos, abundante en temas de Los Piojos y los de la agrupación nueva de Ciro, fue vivido por una multitud que colmó el Complejo Casco Antiguo del microcentro asunceno. Comenzó alrededor de las 23:40 del sábado, luego de que la popular banda local Pipa para Tabaco abriera la noche con un enérgico espectáculo que ya puso al público a celebrar con intensidad al ritmo de canciones como Vas a morir con eso, La manzana y Todo biento, entre otras.

Momentos antes de la medianoche, Ciro Martínez y los suyos saltaron al escenario para abrir su espectáculo con Antes y después, ante un pequeño mar de brazos en alto, banderas, carteles y el ocasional vaso de cerveza que era lanzado al aire para hacer llover su contenido.

Siguiendo con Barón rojo y Taxi boy, Ciro comenzó a hacerse lucir con su armónica, para luego reducir un poco la adrenalina con la más emotiva Vas a bailar y la minimalista balada Canción de cuna, con el cantante acompañado solo por el teclado de Nicolás Rafetta.

Tras eso, un giro de 180 grados al rock intenso con armónica de Banda de garage y Ruleta para que luego la euforia alcanzara un punto cumbre con Tan solo, que hacia el final fue enganchada con una muy buena versión del clásico de los Rolling Stones Sympathy for the Devil.

Tras Ciudad animal, los Persas tuvieron un prolongado momento para lucirse por sí solos al tomarse Ciro una pausa, que acabaría con Me gusta, una canción dedicada por él a “las hermosas mujeres paraguayas”.

Evocando esa época del rock and roll en la que un piano era un instrumento tan vital en el género como las mismas guitarras, Ciro y compañía hicieron vibrar al público con Caminando y las muy populares Insisto y Verano del '92, otro clásico de Los Piojos que dio continuidad al ambiente de fiesta.

Con juegos y jocosas muestras de destreza física los artistas continuaron el show con Servidor, y luego hicieron explotar una vez más al público con la balada Mírenla, que fue cantada a miles de voces con gran intensidad, para dar lugar luego al alegre “boogie” Zapatos de gamuza azul.

Tras Babilonia llegó El farolito para llevar de nuevo los decibeles dentro del Complejo Casco Antiguo a niveles altísimos, mientras una decena de mujeres del público subía a bailar junto con los integrantes de la banda, que luego interpretaron Astros, uno de esos temas que parecen haber sido concebidos para ser interpretados ante una multitud.

Finalmente, el espectáculo llegó a su fin con el blues de Noches de hoy.

Con el deseo de que no vuelvan a pasar 25 años para que vuelva a venir a Paraguay, Ciro y sus compañeros cerraron uno de esos shows que dejan felices tanto a los espectadores como a los artistas.

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