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Más de dos años después de su último recital en ese mismo escenario, el popular bachatero estadounidense Romeo Santos sedujo a sus fanáticas paraguayas la noche del jueves. En un ambiente de jolgorio y de constante baile, el ex Aventura entregó sus éxitos como solista y, como debía ser, repasó los hits más importantes de su anterior agrupación.
Después de su innegable éxito en sus recientes presentaciones en el Festival de Viña del Mar y de sus dos shows -repletos- en el estadio de River, en Buenos Aires, el artista llegó a Asunción la noche del miércoles a bordo de su avión privado. Ya la noche del jueves, Santos saltó al escenario y ofreció una noche de bachatas y reguetón a largo de dos horas y media.
Con una puesta audiovisual a modo de preludio, el artista inició el concierto al ritmo de Inocente, tema que provocó los primeros gritos de la noche; para luego dar lugar a Amigo, tema que sirvió para menear a su ritmo… siempre bajo la atenta mirada (y desesperados gritos) de sus fans.
Mientras recordaba sus raíces puertorriqueñas y dominicanas, el artista daba paso a Por un segundo, Loco -el hit que grabó junto al español Enrique Iglesias- y la rítmica Fui a Jamaica.
“¡Buenas noches, Paraguay!”, gritaba el bachatero, presto a dedicar la próxima canción “a quienes no creen en el amor”. Se trataba de Cancioncitas de amor, cuyos versos reflejan desesperanzas amorosas.
Luego de coquetear con sus seguidoras –no tardó en definirlas como “hermosas”–, el repertorio prosiguió con Su veneno, Promise e Infieles, momento en que aprovechó para hacer algo así como un intento de apología a la infidelidad.
El bachatero siguió explotando su propuesta más erótica, al ritmo del reguetón Noche de sexo, que dio lugar a un medley de Soberbio, 7 días, La diabla, Tu jueguito, Llévame contigo y el súper éxito de Aventura, Un beso. Para ese tema subió al escenario a una fan “gordita”, como él mismo pidió. Se trataba de Adriana, una bella rubia que confesó estar casada. De todas formas, el cantante se encargó de besarla.
La interacción volvió, esta vez con un fanático casado que estaba en las primeras filas. A eso le siguió su tema Necio y una versión de Olvídame y pega la vuelta, el clásico de Pimpinela, aunque a cargo de sus coristas Giselle y Luis.
El show siguió a la par de canciones como Mi santa, Odio, Mi corazoncito, Eres mía y Ella y yo.
El espectáculo también tuvo lugar para los hombres. Esta vez, el “Rey de la Bachata” escogió a un fanático –uno de ellos no había ‘clasificado’ por un error en una canción–. Finalmente, fue Fabián quien logró interpretar junto a su ídolo varios éxitos de su exbanda Aventura.
En una última etapa, el ídolo de la bachata repasó otros recuerdos de su anterior agrupación: Todavía me amas, Amor de madre, Hermanita, La boda y, por supuesto, Obsesión.
Para el broche final –entre gritos y mucha euforia–, el artista subió al escenario a otra paraguaya, Anto, a quien llevó a una “cama” montada especialmente, para intepretarle –entre caricias, besos y roces bajo las sábanas– su más reciente éxito, Propuesta indecente.
Ritmos latinos, bailes, impulsos y sensualidad retratan la propuesta de Romeo Santos, el artista que hace bailar del norte al sur del continente. Quizás por ello justifique lo del “Rey de la Bachata”, frase con la que el mismo bachatero se denomina.
Mirá nuestra Galería de Fotos del concierto de Romeo Santos.