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Aunque puede echarse un poco en falta la energía de las dos entregas anteriores de la saga El justiciero en esta tercera entrega, que es mucho más relajada y deja pasar bastante tiempo entre sus estallidos de violencia, esta nueva colaboración entre Denzel Washington y el director Antoine Fuqua es suficientemente entretenida y ocasionalmente muy ingeniosa.
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En esta ocasión encontramos al exmiembro de las fuerzas especiales de EE.UU. Robert McCall (Washington) en Italia, donde - luego de masacrar a toda una operación mafiosa en Sicilia – llega herido a un pequeño pueblo en la Costa Amalfitana, donde es acogido por sus pobladores. Pero, aunque al principio parece que halló un lugar donde finalmente puede vivir en paz, Robert acaba viéndose obligado a sacar a relucir su talento mortal cuando miembros de la Camorra aumentan su presión extorsiva sobre el pueblo.
El cine de acción es un juego de gente joven, salvo muy contadas excepciones en las que figuras de cierta edad como Tom Cruise en las recientes Misión Imposible o Keanu Reeves en John Wick tienen el entrenamiento necesario para seguir siendo creíbles, o casos de actores que trabajan con cineastas hábiles que saben hacerlos ver bien en acción a pesar de sus limitaciones, como ha sido el caso en la mayoría de las bastante decentes colaboraciones entre Liam Neeson y Jaume Collet-Serra (siendo El pasajero de 2018 el mejor ejemplo).
Pero habitualmente – como puede observarse en muchas películas de Neeson dirigidas por gente que no es Jaume Collet-Serra – es muy fácil para filmes de acción con estrellas mayores caer en el recurso de esconder las limitaciones físicas de sus estrellas difuminando toda la acción con trucos de edición y sacudidas de cámara para darles a las peleas una intensidad artificial.
Y es por eso que el enfoque particular que Antoine Fuqua le ha dado a la acción en esta trilogía, en especial en esta nueva pelicula y en la anterior, es tan interesante e ingenioso: en vez de coreografías complicadas y peleas de alta intensidad con la cámara siempre en McCall, la película trata al protagonista casi como un villano de una película de terror “slasher” y a los mafiosos y demás antagonistas como las víctimas indefensas siendo cazadas por una versión justiciera de Jason Voorhees o Michael Myers.
Hay exactamente dos momentos en la película en que vemos a Denzel Washington pelear en cámara - con algunas muertes realmente espectaculares –, el resto de la “acción” se centra en el pánico de villanos que saben que están siendo cazados mientras McCall se mueve indetectable en las sombras. La anticipación es la acción.
La primera escena de la película consiste en un “tour” por la mansión de un mafioso después de que McCall hizo su violenta entrada, y simplemente mover la cámara por las distintas habitaciones mostrando la carnicería es mucho más efectivo para volver a vender a Robert McCall como el hombre más peligroso del mundo que lo que hubiera conseguido mostrar “en vivo” la causa de esas sangrientas consecuencias.
A diferencia de las películas anteriores, en esta tercera entrega ya no hay mucho esfuerzo por humanizar y profundizar en el personaje de Robert McCall, dejando que la película se mueva en neutral por el impulso del infinito carisma de Denzel Washington y el trabajo hecho en las películas anteriores para establecer al personaje. McCall odia que la gente inocente sufra injusticias y su solución es exterminar a los autores de esas injusticias, punto.
La sensación de eficiencia de la película sí se ve un poco comprometida al tener que hacer espacio para una subtrama curiosamente irrelevante sobre tráfico de drogas desde Siria a Italia siendo investigado por la CIA, que está tangencialmente relacionado al pueblito de McCall en la costa, pero que más que nada se siente como una excusa no muy trabajada para reunir en pantalla a Washington y a la siempre bienvenida Dakota Fanning, por primera vez desde la excelente Hombre en llamas de 2004.
El justiciero: Capítulo final es una digna despedida para una saga de acción bastante única de una de las grandes estrellas de Hollywood que nos quedan.
Calificación: 3/5
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EL JUSTICIERO: CAPÍTULO FINAL
Título original: The Equalizer 3
Dirigida por Antoine Fuqua
Escrita por Richard Wenk
Producida por Antoine Fuqua, Denzel Washington, Todd Black, Jason Blumenthal, Tony Eldridge, Alex Siskin, Michael Sloan, Steve Tisch y Clayton Townsend
Edición por Conrad Buff IV
Dirección de fotografía por Robert Richardson
Banda sonora compuesta por Marcelo Zarvos
Elenco: Denzel Washington, Dakota Fanning, Eugenio Mastrandrea, Sonia Ben Ammar, Remo Girone, Gaia Scodellario, David Denman, Andrea Scarduzio, Andrea Dodero