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(Disponible en Netflix)
La leyenda del cine de artes marciales Jackie Chan hace equipo con el siempre entretenido John Cena en una película de acción que no es extraordinaria pero que provee una buena dosis de diversión y algunas impresionantes secuencias de pelea.
Una fuerza de seguridad liderada por el exsoldado de fuerzas especiales Luo Feng (Chan) va a Irak para rescatar a los empleados de una refineria china de petróleo bajo asedio por parte de mercenarios, donde acaba haciendo equipo a regañadientes con un exmarine estadounidense que dirige un orfanato en una aldea cercana.
El guion, a pesar de tener una subtrama potencialmente interesante sobre la forma moderna de colonialismo que es la explotación internacional del petróleo en el Medio Oriente y ocasionalmente empaparse en la iconografía de algunos de los momentos más trágicamente emblemáticos de las décadas de guerra en Irak – una secuencia hacia el principio del filme se desarrolla sobre la infame “Carretera de la Muerte” , con los cientos de vehículos carbonizados por un bombardeo estadounidense –, tiene poco qué ofrecer que sea interesante.
La trama de los mercenarios – liderados por el eterno villano Pilou Asbæk – de robar el petróleo de la refinería, los esfuerzos del personaje de Cena en conseguir dinero para mantener la aldea, la relación descompuesta entre Luo y su hija (Chunrui Ma), todo se siente como el mínimo absoluto para darle contexto a la acción de la película.
Lo que no es un problema demasiado grande porque, por lo general, la película pierde poco tiempo en los intervalos entre esa acción, y los momentos de acción están bastante bien logrados, como era de esperarse aún con un Chan ya muy entrado en años.
Resulta obvio que la edición y dobles de riesgo acarrean a Chan por algunas de las secuencias más complicadas de la película, pero en general el veterano actor aún hace que sus peleas se vean creíbles y sean entretenidas, con la habitual creatividad y el inspirado uso de escenografía en las peleas que siempre han definido su estilo único de cine de acción.
La pelea entre Chan y Cena que marca el punto medio de la película es un buen despliegue de los talentos de ambos actores, desplegando tanto las acrobacias impredecibles de Chan como el imponente físico del luchador convertido en actor, y el hecho de que ambos tienen en común grandes aptitudes para la comedia además de sus dotes físicos hace que la química entre ambos sea disfrutable en todo momento.
El mejor momento de acción en toda la película, lógicamente, pertenece a Chan: una caótica pero inmaculadamente coreografiada pelea entre Luo y un mercenario tatuado en una sala industrial que va llenándose gradualmente de espuma de extintor de incendios, con un gran trabajo de cables que hace que la acción sea vertical y horizontal al mismo tiempo.
Proyecto Extracción no va a ser contada entre lo más destacado de la filmografía de Jackie Chan o incluso la de John Cena, tiene suficiente carisma, espectáculo y el espíritu de creatividad en acción que siempre caracterizó a la filmografía del ícono del cine asiático. Vale la pena el par de horas frente al televisor.
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PROYECTO EXTRACCIÓN
Título original: Hidden Strike
Dirigida por Scott Waugh
Escrita por Arash Amel
Producida por Hans Canosa y Esmond Ren
Edición por Scott Waugh
Dirección de fotografía por Tony Cheung
Banda sonora compuesta por Nathan Furst
Elenco: Jackie Chan, John Cena, Pilou Asbæk, Chunrui Ma, Rachael Holoway, Rima Zeidan, Zhenwei Wang, Amadeus Serafini, Li Ma, Minghao Hou, Max Huang