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(Disponible en Netflix)
Si una película de acción con vampiros trae a la mente del espectador al clásico Blade - todavía una de las mejores películas basadas en cómics de Marvel jamás hechas – y no acaba siendo totalmente ridiculizada en la comparación, entonces esa es una película que vale la pena.
Turno de día sigue a Bud (Jamie Foxx), un limpiador de piscinas de Los Ángeles que en secreto es un cazador de vampiros que cobra dinero por cada no-muerto erradicado. Mientras corre contra el tiempo para juntar dinero por un problema familiar e intenta mantenerse en buenos términos con el sindicato local de cazavampiros, Bud descubre que una poderosa matriarca vampírica (Karla Souza) lo está persiguiendo en busca de venganza.
La historia y el mundo de Turno de día evocan a Blade en la construcción de su mundo, de un paisaje urbano – una Los Ángeles que parece estar constantemente bajo 40 grados Celsius de temperatura y un sol omnipresente, a diferencia de la fría y sombría estética neoyorquina de la película de Wesley Snipes – infestado por una sociedad de vampiros con su propia jerarquía social y conflictos internos.
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Mientras tanto, por el lado de los cazadores y su rígida estructura social y burocrática secreta la película recuerda más a la siempre influyente saga John Wick, lo que tiene sentido cuando uno tiene en cuenta que Chad Stahelski, director de la serie Wick, es productor de esta película.
Y al igual que Stahelski, el realizador de esta película, J.J. Perry, es un veterano doble de riesgo convertido en director que hace valer toda su experiencia frente a la cámara dirigiendo algunas secuencias de acción con excelente coreografía de actores y cámaras.
Los vampiros del filme pelean como contorsionistas endemoniados, dándoles una identidad visual única y creando escenas de pelea memorables, que Perry filma con energía y claridad. El director también incorpora drones de forma efectiva en una muy buena persecución vehicular que constituye fácilmente el segundo mejor empleo de ese tipo de tecnología desde la brillante Ambulancia de Michael Bay.
El punto alto de acción de la película es fácilmente una secuencia en la que Bud y su compañero del sindicato, Seth (Dave Franco) hacen equipo con otros dos cazadores (Scott Adkins y Steve Howie) para asaltar un nido de vampiros, resultando en un impresionante festival de plomo, decapitaciones, acrobacias marciales y hasta el espectacular uso de unos nunchakus hechos de estacas de madera.
Como mínimo, resulta refrescante ver por fin una película de alto presupuesto de Hollywood que no desperdicie al gran Scott Adkins.
La película sí adolece de algunas deficiencias como una historia que se siente cocida a medias – Bud y su odisea por mantener unida a su familia son entrañables pero la parte vampírica del argumento está subdesarrollada, a pesar de amagos de intentos de asociar a los vampiros con un complot de bienes raíces, algo que estaba mucho mejor hecho en Vampiros vs el Bronx, otra película de Netflix – y el elenco secundario más allá de Bud y Seth se queda corto de tiempo en pantalla, en particular la villana Audrey, que acaba siendo una antagonista genérica a pesar de una interesante primera impresión.
Turno de día podía ser mucho más, pero lo que acaba siendo es suficiente para justificar un par de horas del tiempo de cualquier fan del cine de acción.
Calificación: 3/5
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TURNO DE DÍA
Título original: Day Shift
Dirigida por J.J. Perry
Escrita por Shay Hatten y Tyler Tice
Producida por Chad Stahelski, Shaun Redick, Yvette Yates Redick y Jason Spitz
Edición por Paul Harb
Dirección de fotografía por Toby Oliver
Banda sonora compuesta por Tyler Bates
Elenco: Jamie Foxx, James Franco, Meagan Good, Karla Souza, Natasha Liu Bordizzo, Snoop Dogg, Zion Broadnax, Steve Howie, Scott Adkins, Eric Lange, Oliver Masucci, Peter Stormare