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Horarios de “Ambulancia” en cines de Paraguay
Cuenta la leyenda que a principios de la década del 2000, el director Michael Bay – por entonces ya un nombre establecido dentro de la maquinaria de Hollywood habiendo estrenado las exitosas Bad Boys y La Roca, y éxito mundial de taquilla Armageddon – consideró dirigir Enlace mortal, una película en la que un hombre es atrapado en una cabina telefónica por un francotirador que amenaza con matarlo si sale de ese cubículo.
Supuestamente, lo primero que Bay preguntó en la reunión respecto a la “hitchockiana” trama fue “¿Cómo hacemos para sacarlo de la cabina?”. La película - muy buena, por cierto – acabó siendo dirigida por Joel Schumacher y protagonizada por Colin Farrell.
Ahora, muchos años después, un más experimentado y sabio Michael Bay parece haberse dado cuenta de que esa pregunta no tenía sentido: la respuesta correcta no es sacar al tipo de la cabina, es ponerle ruedas, motor y sirenas a la cabina, y usarla para destruir todos los autos de policía de Los Ángeles.
Ambulancia, la nueva película del realizador – o perpetrador, dependiendo de quién opine – de obras maestras del cine de acción más venenoso como Bad Boys II o Sangre, sudor y gloria, es un ingenioso y vertiginoso thriller de acción que sigue a Will (Yahya Abdul-Mateen II), un exmilitar cuya familia está en apuros económicos por el costoso tratamiento contra el cáncer al que debe someterse su esposa.
Desesperado, Will acude a su hermano adoptivo Danny (Jake Gyllenhaal), quien lo convence de participar de un meticulosamente planeado asalto bancario cuyo botín haría desaparecer todos sus problemas económicos. Sin embargo, el golpe acaba en desastre, y Will y Danny acaban secuestrando una ambulancia y tomando de rehenes a Cam (Eiza González), una paramédica, y a un policía gravemente herido.
Drones, explosiones y choques
De hecho, la única forma lógica de hacer que una premisa de acción confinada encaje con el estilo maximalista y ultradinámico de dirección de Michael Bay es poner el espacio confinado en movimiento, y el ingenioso guion de Chris Fedak (que adapta una película danesa de 2005) permite a Bay hacer gala de todo el músculo visual que tiene al dejarle dirigir lo que básicamente es una gran persecución vehicular de una hora y media.
La acción es rápida y furiosa, las explosiones gigantescas y la cantidad de vehículos que acaban destruidos es apocalíptica, todo filmado con sudorosa intensidad, mano temblorosa y sangrienta crudeza, y la rapidez e inestabilidad con la que la película está cortada durante los momentos más intensos convierte la acción en una borrosa serie de imágenes casi abstractas, difíciles de comprender individualmente y de unir de forma coherente, pero que de alguna forma fluyen como un todo claro, manteniendo un hilo constante de tensión.
Lo que diferencia a directores de acción con talento como Bay o Paul Greengrass de los menos virtuosos es que los primeros utilizan el caos fílmico como una herramienta de expresión, como un recurso estilístico, y no como una cortina de humo para disfrazar falta de recursos o de talento.
Además, hay una evolución importante en el repertorio técnico de Bay en esta película: el uso de cámaras en drones, que el director despliega en algunas asombrosas y dinámicas tomas panorámicas de Los Ángeles, con la cámara cayendo en picada entre edificios y planeando con gracia sobre el asfalto; o en las citadas persecuciones, donde la cámara se mueve entre la destrucción de una forma que sería demasiado peligrosa para cámaras con operadores humanos.
Suspenso de calidad
Bay demuestra una vez más un gran talento no solo para la acción y el espectáculo, sino también para generar auténtica tensión y suspenso, una cualidad de la que ya hizo gala en La Roca o 13 Horas. El juego de gato y ratón entre la ambulancia y toda la fuerza policial de Los Ángeles es la base, pero el guion de Fedak introduce constantes complicaciones como los desesperados intentos de Cam por mantener con vida al policía herido, ya que su presencia en la ambulancia es básicamente lo único que impide a los policías poner fin a la persecución con extrema violencia.
La energía caótica e hiperactiva de Jake Gyllenhaal encaja perfectamente con el tono y el ritmo que Bay le imprime al filme, y Yahya Abdul-Mateen II (que está teniendo el destaque que se merece en el cine en los últimos años; es particularmente bueno como el nuevo Morfeo en Matrix Resurrecciones) le hace un buen contraste como la mitad más moralmente firme y disciplinada de su hermandad.
Eiza González tiene el rol más difícil de la película, debiendo balancear determinación y profesionalismo con vulnerabilidad en el rol de una salvadora de vidas que debe trabajar con la amenaza de una ametralladora en la cara, y la actriz mexicana hace un trabajo intachable.
A pesar del impulso que lleva, la película sí parece perder algo de fuerza hacia el final, cuando la historia toma un desvío que probablemente no necesitaba y que podría haber sido eliminado para hacer que la película llegue con más potencia hacia su final.
Pero más allá de ese tropiezo en la recta final, Ambulancia es un sólido y entretenido thriller de acción que puede hacer una gran maratón con otras excelentes propuestas de policías y ladrones angelinos recientes como El robo perfecto o Justicia implacable, algunas de las mejores herederas modernas del Fuego contra fuego de Michael Mann.
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AMBULANCIA (Ambulance)
Dirigida por Michael Bay
Escrita por Chris Fedak (basada en una película escrita por Laurits Munch-Petersen y Lars Andreas Pedersen)
Producida por Michael Bay, Ian Bryce, Bradley J. Fischer, William Sherak y James Vanderbilt
Edición por Doug Brandt, Pietro Scalia y Calvin Wimmer
Dirección de fotografía por Roberto De Angelis
Banda sonora compuesta por Lorne Balfe
Elenco: Yahya Abdul-Mateen II, Jake Gyllenhaal, Eiza González, Garret Dillahunt, Keir O’Donnell, Moses Ingram, Colin Woodell, A Martínez, Jesse García, Wale Folarin, Jackson White