“Las brujas”

El legendario Robert Zemeckis se alía con Guillermo del Toro, y aunque el resultado es un filme infantil ocasionalmente entretenido, se queda corto teniendo en cuenta los enormes talentos delante y detrás de cámaras.

Anne Hathaway protagoniza "Las brujas".
Anne Hathaway protagoniza "Las brujas".Warner Bros. Pictures

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Robert Zemeckis, el genio técnico detrás de algunos de los filmes más revolucionarios del cine hollywoodense, en la dirección; Guillermo del Toro, el genio creativo detrás de clásicos modernos como El laberinto del fauno o La forma del agua, compartiendo crédito en el guión con Zemeckis y Kenya Barris; adaptando una historia del legendario autor Roald Dahl.

La premisa y los nombres involucrados – entre los que se cuenta un elenco que incluye a nombres del prestigio de Octavia Spencer, Anne Hathaway y Stanley Tucci – invitaban a esperar algo extraordinario, aún a pesar de la calidad mixta de la filmografía más reciente de Zemeckis, capaz de obras de calidad como En la cuerda floja, filmes tan olvidables como Aliados o tropiezos como la inexplicable Bienvenidos a Marwen.

Sin embargo, Las brujas es un filme que genera una reacción de pura neutralidad, un filme infantil con chispazos de brillantez pero demasiado genérico para causar verdadero impacto y dejar una impresión notable en la mente del espectador.

La historia trascurre a finales de la década de 1960, cuando un niño (Jahzir Kadeem Bruno) pierde a sus padres en un accidente y es acogido por su abuela (Spencer), que le revela a su nieto la existencia de las brujas, demonios en forma humana que odian a los niños. Para huir de un encuentro con una bruja, el niño y su abuela van a hospedarse en un lujoso hotel, pero por casualidad ese mismo hotel es el punto de encuentro de todo un aquelarre de brujas que, a instancias de su temible líder (Hathaway), están urdiendo un siniestro plan para convertir a todos los niños del mundo en ratones.

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La película tiene cierto encanto teatral, tanto en sus actuaciones como en su vestuario y escenografía ligeramente caricaturescas sin dejar de sentirse realistas, que evoca lo mejor del cine familiar de los ’80 o ’90, una combinación de travesuras infantiles con una capa de oscuridad encima que recuerda a algo como la secuela de Babe; una sensación a lo que contribuye enormemente la juguetona banda sonora del legendario Alan Silvestri.

Octavia Spencer, lo mejor del filme en materia de actuación, le pone el centro de gravedad emocional al filme con una actuación acogedora pero firme como la mentora del protagonista, mientras Anne Hathaway se lanza con entusiasmo – y con resultados mixtos, ocasionalmente divertidos pero por lo general algo irritantes – a un papel que, desde el maquillaje hasta los manerismos exagerados y el acento vagamente europeo parecen casi un homenaje a las actuaciones de Jim Carrey en filmes como El Grinch o Una serie de eventos desafortunados.

Ocasionalmente el guión de Zemeckis, Del Toro y Barris demuestra niveles de profundidad como una alegoría directa pero audaz de las brujas como encarnación de la desigualdad económica, cuando la abuela señala que las brujas atacan directamente a comunidades pobres cuyos niños “no serán extrañados” por la sociedad en general, y formula su plan de refugiarse en un hotel lujoso donde no hay más que familias ricas y blancas a cuyos niños las brujas no atacarían.

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Y de vez en cuando una toma o secuencia particularmente creativa – en particular en la segunda mitad del filme cuando la acción se traslada al punto de vista diminuto de ratones - hace que uno recuerde que está viendo el trabajo de un revolucionario de los efectos especiales; y algún detalle particularmente grotesco, como la forma en que la bruja de Hathaway extiende sus brazos como creando nuevos huesos dentro de sus extremidades, denota la influencia de Del Toro.

Pero por lo general la película carece de la energía y la creatividad que tanto Zemeckis como Del Toro han demostrado en sus filmes previos, y por largos trechos la película parece ir en piloto automático y entra en una especie de trance en que pasan cosas, personajes cambian – literal y figurativamente –, hay comedia y tensión pero todo se siente demasiado ligero, sin peso.

Las brujas no es mala, pero es demasiado mediocre para cautivar al público infantil al que apunta y hacerse un lugar permanente en su mente como las mejores aventuras cinematográficas “para toda la familia” saben hacer.

Hay mejores películas juveniles sobre brujas o sobre ratones que valen más la pena.

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LAS BRUJAS (The Witches)

Dirigida por Robert Zemeckis

Escrita por Robert Zemeckis, Guillermo del Toro y Kenya Barris (basada en una novela de Roald Dahl)

Producida por Robert Zemeckis, Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón, Luke Kelly y Jack Rapke

Edición por Ryan Chan y Jeremiah O’Driscoll

Dirección de fotografía por Don Burgess

Banda sonora compuesta por Alan Silvestri

Elenco: Jahzir Kadeem Bruno, Anne Hathaway, Octavia Spencer, Stanley Tucci, Kristin Chenoweth, Codie-Lei Eastick, Chris Rock, Charles Edwards, Morgana Robinson, Josette Simon

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