Cargando...
La evolución del “universo cinematográfico” nacido a partir de la muy buena película de terror de 2013 El Conjuro me recuerda (como muchas otras cosas en la vida últimamente) a las evoluciones de sagas de acción como Misión Imposible o Rápido y Furioso.
Al igual que Misión Imposible comenzó como un thriller de espionaje intenso y cerebral y ahora es básicamente la saga sucesora espiritual de Indiana Jones, o Rápido y Furioso empezó como un filme policial con carreras y a estas alturas es básicamente una saga de películas de superhéroes sin superhéroes; El Conjuro era una película de terror más bien clásica que evocaba en gran medida a hitos del género como El Exorcista, pero con la secuela y sus “spin-offs” se han ido por las ramas hacia algo más parecido a versiones de alto presupuesto de aquellas series de terror para niños que se podían ver por Nickelodeon o Fox Kids en los años ’90.
Y si bien los resultados del universo de El Conjuro han sido menos consistentes que los de las citadas sagas de acción, con resultados mixtos a pobres siempre que James Wan no dirigió – la primera Annabelle o La maldición de La Llorona son particularmente aburridas –, es posible hallar cierto encanto en los sustos de feria que algunas de estas películas, y en especial esta nueva entrega de Annabelle, proponen.
En su prólogo, Annabelle 3, el debut como director del guionista Gary Dauberman, nos devuelve a aquella primera parte de El Conjuro cuando los demonólogos Ed y Lorraine Warren (Patrick Wilson y Vera Farmiga) ponen bajo su custodia a la muñeca Annabelle, y de paso nos explican que en esta película va a actuar como una especia de pararrayos de demonios y fantasmas, atrayendo a otras entidades.
Esto queda demostrado en una escena frente a un cementerio que deja bien claro el tono de la película, uno menos preocupado por generar auténtico terror que por mantener entretenida a su audiencia con la constante promesa de que algo sobrenatural siempre está a la vuelta de la esquina, balanceándose entre lo tétrico y lo caricaturesco.
La historia en sí trascurre un año después, cuando los Warren dejan a su hija Judy (McKenna Grace) a cargo de la niñera adolescente Mary Ellen (Madison Iseman) a causa de un viaje. Daniela (Katie Sarife), una amiga de Mary Ellen, se “autoinvita” a la casa demostrando una fascinación por lo sobrenatural y eventualmente acaba desatando por accidente a Annabelle y los horrores que vienen con ella.
La premisa parece insinuar que Annabelle (o el demonio que actúa a través de la muñeca) está juntando a los Vengadores del mundo paranormal, lo que hubiera sido interesante de ver, pero la película acaba haciendo de eso algo mucho menos espectacular de lo que hubiera imaginado.
Dauberman introduce varios artefactos endemoniados interesantes, pero a pesar de ciertos momentos ingeniosos entre los que sobresalen un juego de mesa con sorpresa y un televisor embrujado, la película se queda algo corta en esas promesas; el hecho de que hay una armadura samurai poseída que prácticamente no hace nada es particularmente decepcionante.
Donde la película halla su punto fuerte es, sorprendentemente, en su elenco humano. Hay un inesperado grado de cuidado y atención al detalle en la forma en que Judy, Mary Ellen y Daniela están escritos que les da una profundidad que los protagonistas de este tipo de películas no siempre son adjudicados.
Hay una dinámica ligeramente a lo “Betty y Verónica” - Archie tradicional, aún no vi Riverdale - entre la más tímida Mary Ellen, y la inquisitiva y extrovertida Daniela (con un equivalente de Archie incluido para algo de comedia), y la presencia de Judy, que por gran parte de la película se comporta más como una adulta que las dos adolescentes, resulta en una fórmula bastante cautivante; a diferencia de muchas películas de terror que inspiran pensamientos ligeramente sádicos en el público deseoso de ver sustos y/o muertes creativas, en Annabelle 3 el bienestar de nuestros protagonistas sí se siente importante.
Además, aunque Dauberman carece del dominio impecable de los tiempos para maximizar el terror de Wan, o del virtuosismo visual de ese cineasta australiano, el debutante tiene algunos trucos interesantes bajo la manga, haciendo usos interesantes del sonido para transmitir el peligro y la intensidad del mal invisible de Annabelle.
Si se logra mantener en mente que de terror verdadero esta película tiene poco, Annabelle 3 es una forma entretenida pero desechable de pasar una hora y media en el cine.
----------------------------------------------------------------------------
ANNABELLE 3: VIENE A CASA (Annabelle Comes Home)
Dirigida por Gary Dauberman
Escrita por Gary Dauberman
Producida por James Wan y Peter Safran
Edición por Kirk Morri
Dirección de fotografía por Michael Burgess
Banda sonora compuesta por Joseph Bishara
Elenco: McKenna Grace, Madison Iseman, Katie Sarife, Patrick Wilson, Vera Farmiga, Michael Cimino, Steve Coulter, Luca Luhan, Paul Dean, Samara Lee, Natalia Safran