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Este muchacho Julio Iglesias parece no haber aprendido la lección. Prometió no volver nunca más a Paraguay en 1981, pero, en el ocaso de su carrera, volvió (obviamente traicionado por su narcisismo) y como en aquella ocasión, insultó a sus fans que pagaron una entrada millonaria para ir a verlo.
Las comparaciones son odiosas, pero no resistí la tentación de hacerlas. Resulta increíble que Joan Manuel Serrat y Julio Iglesias hayan nacido en el mismo país (Serrat opinaría que estoy equivocado, porque diría que Cataluña no es España). Pero, repensándolo, también Roa Bastos y Stroessner nacieron en el mismo suelo.
Serrat es autor, entre muchas otras, de la magistral frase: "Nunca es triste la verdad/ lo que no tiene es remedio", y a lo largo de su prolongada y exitosa carrera ha recibido elogios, entre otros, de maestros de las letras como el uruguayo Mario Benedetti. Julio Iglesias, en una de sus canciones dice: "Tropecé de nuevo con la misma piedra/ y con el mismo pié"! (sic). ¿Puede una frase revelar tanta tontería, banalidad y cursilería?
Luego de varios años de pensarlo, Serrat lanzó su CD "Cansiones" (así, con "s"), con canciones de otros autores, que de alguna forma representaban algo para él. Aquí se incluye una de las versiones más hermosas de "Che pycazumi", no sólo por su belleza estética, sino por el respeto a la versión original de la canción. Para grabarla recurrió nada menos que al gran poeta nacional Rubén Bareiro Saguier, para traducir un fragmento de la misma. Iglesias se jacta de haber promocionado la música paraguaya por haber grabado canciones del folclore de nuestro país. Se equivoca el señor Iglesias. Lo que realmente hizo fue destrozarlas, con versiones que nada tienen que ver con las obras originales, tanto en letra como en música.
Joan Manuel Serrat, en su segunda presentación en Paraguay, se quejó (y con justicia) del sonido del lugar donde actuó, preocupado, como todo artista serio, de la calidad de su concierto y por respeto a su público. Julio Iglesias, ya se despachó contra el público en 1981, quizás abrumado por la privilegiada voz de un "cantorazo" como Pedro Vargas (con quien compartió escenario). No contento con aquello, lo hizo de vuelta en su última presentación. Me imagino la reacción de la gente que fue a verlo el pasado viernes: ¡pagar la friolera de 1.500.000 guaraníes para ser insultado por el artista desde el escenario por no haber llenado el auditorio!
En su última visita, Serrat pidió visitar el Museo de las Memorias, la temida ex Técnica, testimonio de la barbarie y la ignominia de la dictadura stronista. Desconozco cuál fue el programa oficial de la visita del señor Iglesias, pero conociéndolo, probablemente haya pedido visitar el SPA del hotel donde estuvo hospedado.
Julio Iglesias representa la máxima expresión de la soberbia, la arrogancia, la cursilería, la frivolidad, el egocentrismo, la pedantería, el pelo teñido, el machismo, etc. Siempre adulándose acerca de cuán guapo (churro) es, de cuántos amores tuvo, de cuántas veces hace el amor por día, etc.
Un amigo psiquiatra me cuenta que el problema de Julio Iglesias tiene una explicación científica. Es, me dice, "la liberación del frontal y la emergencia del narcisismo" y tiene que ver con la edad avanzada. Explico para los que no manejan el tema. En la ancianidad, el lóbulo frontal (la parte del cerebro que habitualmente controla las emociones), se va atrofiando y la persona pierde sus inhibiciones y se "libera", exaltando, entre otras cosas, el narcisismo. El problema es que el señor Iglesias parece padecer ésta afección desde hace mucho tiempo, más precisamente desde la primera vez que pisó un escenario, así que, obviamente, debe tratarse de alguna otra enfermedad rara.
A mi parecer, existen dos tipos de cantantes. Aquellos comprometidos con su tiempo, y aquellos a quienes nos limitamos a escuchar para apreciar sus cualidades vocales. En mi opinión, Julio Iglesias no pertenece a ninguno de éstos dos.
No sólo yo opino que el señor Iglesias es un cantante mediocre. Un periodista español escribió una vez: "Julio Iglesias no canta es castellano, ni en inglés, ni en francés. El canta en Julio Iglesias, y no se entiende nada de lo que dice". El gran músico español Diego Cigala, al ser consultado sobre Julio Iglesias, se limitó a decir: "¡Qué persistencia, qué persistencia!".
El señor Iglesias, como dice en su canción, tropezó de nuevo con la misma piedra/ ¡y con el mismo pié! (hay que ser idiota, ¿verdad?). No llenó el teatro del Banco Central y obviamente se pichó. Y como alguien dijo alguna vez, el que se picha, pierde.
Si tan solo no se hubiera lesionado al inicio de su carrera como futbolista, quizás nunca hubiera incursionado en el canto y así el mundo habría sido más habitable sin su presencia como cantante.
Luis Antonio Barriocanal Perasso, es médico y cantante, ex integrante del grupo Sembrador C.I.: 572.141
Hola, José Luis DeTone:
Escuché a Carlos Martini babeando, en la radio, por "Corazón de papel" cantado por Julio Iglesias (el editor de mi próximo libro me dijo que para la promoción de sus publicaciones siempre le envía a Martini, un ejemplar. Espero que si su gusto es el expuesto, no le guste mi libro).
A la tarde del jueves, Judith María Vera, de Fondec, en la misma radio, habló con Pedro Ortega y lo entrevistó a Julio, porque su cronista consiguió una nota con él, mientras compraba artesanías en la Recova. Ella le dijo antes a Ortega, que hasta pediría permiso (es casada) si Julio Iglesias le hacía una propuesta amorosa.
Ese día convalecía de una cirugía, por eso le di a la radio de AM, tanto tiempo, y me dejó la siguiente conclusión: Nuestro país es de maravillas, hay gustos para todo y todos. Aunque te confieso que cuesta ser tolerante y pluralista para una sociedad democrática, multicultural como la que se vive en el mundo y en el Paraguay.
Solo me queda una interrogante, luego de leerte, ¿quiénes son los que le trajeron a Julio Iglesias? ¡¡¡Indudablemente, son habitantes de este país de maravillas!!! El costo de las entradas casi alcanzaba el nivel del salario mínimo en el país y muchas familias ni siquiera lo alcanzan. Esos son los desubicados, ya sabemos, muchos, que Julio Iglesias es un producto del viroreí europeo.
Su espectáculo no se compara con "El elixir de amor" o "La bohème" o una obra de teatro como "La casa de Bernarda Alba" aquí de Asunción, no te digo U2, Green Day o Gustavo Ceratti. ¡Patético!
Con la expresión de mis mejores saludos.
Lourdes Talavera
Respuesta a su crónica sobre el concierto de Julio Iglesias
Señor:
relatar los sucesos con nitidez y pluralidad y no con rabia e incoherencia.
Puede ver el diario español el mundo.es fecha después del concierto de
Julio en Asunción, las declaraciones que dio el cantante español sobre el
funesto concierto y diciendo que el problema del poco aforo fue debido a
unos precios muy altos y la culpa fue de la promotora que lo contrató así.
Por otro lado comunicarle que su critica no tiene sentido ya que el día
siguiente del concierto pusieron una crónica totalmente diferente en el
diario ABC y hoy me sorprendió que su crónica fue totalmente contraria a la
de el día anterior.
Me he fijado que los medios de comunicación de Paraguay no tienen mucha
credibilidad ya que en muchos puntos veo manipulación y nada de
contrastación con la realidad.
Así también como el tema de los (retenidos) paraguayos en Barajas.
Primero eran 200 después 100 antes de ayer 80 y hoy eran 30 los retenidos en
Barajas. Ahí uno se da cuenta de que un diario como este no contrasta la realidad con la ficción así que credibilidad 0.
Por cierto sicología como usted escribió está mal: es psicología.
José Manuel García Coz
Estimado amigo José Luis:
Muy bueno tu comentario sobre la actuación del "divo español", pero creo que te olvidas de un detalle; su actuación se produce en un teatro de lujo y exclusivo, donde el costo de las entradas en promedio de 200 US$, supera lo que gana un trabajador en un mes aquí en Paraguay. Yo me pregunto, ¿Es ética y moralmente aceptable, cuando muchos compatriotas golpean las puertas del país de donde vino, por pan y trabajo, pedir "teatro lleno"? ¿En qué fantasía vive el amigo?
El anda en jet privado y rodeado de un séquito de servidores, y los que tuvieron el privilegio de asistir, son una minoría pudiente. Pocos estamos en condiciones de gastar semejante suma de dinero para ver a un trasnochado y decadente cantor. Si quiere actuar ante un público atiborrado, debe elegir un lugar donde puedan asistir más personas y con entradas más accesibles, y sobre todo, tratar a la gente de este país con más respeto y consideración. Creo que nunca se aplica mejor el dicho..."Que se vaya con su música a otra parte".
Saludos
Cristóbal Barrios
Buenos días:
Soy español y me han asombrado las palabras de Julio Iglesias que usted relata en su crónica. Especialmente, la alusión a una probable invasión de Paraguay por un país extranjero. Pareciera que años de excesos, no sólo amorosos, han hecho mella en la capacidad de este hombre.
¿Sería posible conseguir el vídeo o el audio de la noticia, por favor?
Un saludo
Antonio Anchustegui