Cargando...
Steckbauer, doctora en Filología Románica por la Universidad de Salzburgo y cuya tesis de posdoctorado versó sobre la literatura actual en el Paraguay, destaca que, a pesar de que las cuatro novelas de Raquel Saguier se diferencian tanto en lo que se refiere al estilo como al contenido, tienen algunos rasgos en común, siendo el más destacado una fuerte crítica de la sociedad paraguaya, en especial de la perteneciente a la clase media y alta en Asunción.
Saguier publicó hasta el momento las siguientes novelas: La niña que perdí en el circo (1987), traducida al francés y al portugués; La vera historia de Purificación (1989); Esta zanja está ocupada (1994), galardonada con varios premios, entre ellos el Premio Lector; y, finalmente, La posta del placer (1999), laureada con el Premio Municipal de Literatura del Paraguay.
Refiriéndose a la crítica social que impera en las obras de Raquel, Sonja Steckbauer pone de resalto que la misma siempre se encuentra en el segundo plano de la narración, "y nunca es directa sino irónica y da lugar a la risa o, por lo menos, a una cierta sonrisa satisfecha de reencontrarse a sí mismo o a gente conocida".
PURIFICACION VERA
La vera historia de Purificación (1989), la novela que se distribuirá mañana, domingo, con el ejemplar de ABC Color, describe la vida de una mujer infeliz, Purificación Vera, que asume el papel esperado por su esposo y por la sociedad hasta que un día conoce a un joven pianista de quien se enamora.
El tema fundamental de la novela es "el duro oficio de ser mujer en una sociedad patriarcal, inficionada de hipocresía y autoritarismo", tal como dice Osvaldo González Real en el prólogo de la primera edición de la obra.
En La vera historia de Purificación, la mujer logra liberarse de las cadenas impuestas por la sociedad mediante el verdadero amor y la música, las dos fuerzas que comparte con su amante Fidel.
Al final de la novela, la narradora en primera persona no sabe si el acto de amor con Fidel bajo la "Novena Sinfonía" de Beethoven fue verdad o imaginación, pero no le importa. Lo importante para ella es que por primera vez se siente libre y feliz: "Y si por casualidad alguien insinuara la sospecha de lo que lo mío ha sido un sueño, o acaso menos que eso -[...]-, a ese alguien yo le diría que sí, que es cierto. Es quizá ínfimo lo que de allá traemos, pero a la vez algo precioso. Sobre todo si la cara que soñamos corresponde a la que estamos viendo fuera del sueño" (párrafo de la obra).