En una rueda de prensa celebrada en la capital mexicana, el vocalista y líder de la banda, Emiliano Brancciari, dijo que los nueve integrantes están llenos de “alegría y orgullo” por tocar frente a un público “muy fiel” y que “va creciendo”.
Los conciertos, seis confirmados hasta la fecha, comenzarán mañana en la ciudad central de Querétaro y se celebrarán a lo largo del mes de octubre. En la capital tocarán el día 4 en el Teatro Metropolitan.
La gira coincide con el lanzamiento del octavo álbum de estudio del grupo, El tiempo otra vez avanza, que saldrá a la venta el próximo 14 de octubre, en formato físico y digital, y que viene abanderado por el sencillo Comodín.
Por este motivo, Brancciari adelantó que la cita en el Metropolitan será “una mezcla entre el pasado y el presente”, en la que habrá cabida para temas del nuevo disco, pero también para aquellos éxitos que han ido sembrando a lo largo de su carrera.
“Siempre vimos a México como un gigante en el que era difícil tocar”, reconoció el vocalista, consciente de que en el mercado de la música uruguaya es complicado “salir” y “buscar otros horizontes”.
Dijo que la banda ha seguido una “evolución natural”, ya que les ha acompañado a lo largo de su vida desde que eran adolescentes: “Nos hicimos hombres dentro del grupo”, indicó Brancciari, quien destacó que esta maduración “se nota en las letras”.
Con el tiempo, añadió el vocalista, han ido ganando en “confianza” y han dejado de ser tan “estáticos”.
Por su parte, el bajista Guzmán Silveira destacó que el conjunto ha ido creciendo en el ámbito instrumental, algo “importante” y que se nota a la hora de tocar en directo.
De su nuevo trabajo, la banda resaltó la canción Solo vino, que gira en torno al “difícil” tema de la pedofilia en la Iglesia, y para el cual han utilizado los ritmos de la cumbia, atraídos por la idea de mezclar una “letra oscura” con una música que “lleve al baile”.
La grabación del disco, de la mano del productor estadounidense Joe Blaney, se hizo “prácticamente en vivo en el estudio”, un reto que anotan como uno de los “riesgos” a los que se siguen enfrentando tras veinte años.
“Siempre aspiramos a más; es bueno tener metas siempre”, afirmó Brancciari, quien habló en nombre del grupo cuando dijo que si hay algo de lo que se sienten orgullosos es del “camino recorrido”, de su “amistad” y de “ser auténticos”.